Anthony Yarde sabe boxear y moverse. Lo hace bien.

Pero cuando el desplazamiento fluido y la defensa ordenada desaparecen, recurre a lo que mejor domina:

pelear a golpes limpios.

Y la mayoría de las veces, abandonar el plan técnico para lanzarse a una guerra frontal le ha dado resultados. El próximo 22 de noviembre, en el ANB Arena de Riad, Arabia Saudita, espera que esa fórmula vuelva a funcionarle.

La cartelera, promovida como "Ring IV", contará con cuatro combates de campeonato. Abdullah Mason y Sam Noakes disputarán el título vacante de peso ligero de la OMB; Jesse Rodríguez y Fernando Daniel Martínez buscarán unificar en el peso supermosca; y Devin Haney intentará conquistar una nueva división para sumar un tercer cinturón mundial.

Aunque cada una de esas peleas tiene su propia historia, el evento principal lo protagonizarán Yarde y Benavidez.

Lo habitual frente a David Benavidez (30-0, 24 KOs) es que sus rivales intenten ganarle desde la distancia, usando velocidad y movimientos laterales. Esa estrategia ha funcionado… parcialmente.

Yarde podría recurrir a ese plan también, pero, ¿dónde está la emoción en eso?

“Quiero una balacera, dame una balacera,” dijo Yarde a The Ring. “Yo me planto en el centro, él se planta en el centro, y que sea a fuego cruzado.”

El último que creyó que eso era una buena idea no acabó bien parado.

David Morrell, que llegaba confiado al duelo del 1 de febrero en Las Vegas, terminó perdiendo por decisión clara frente a Benavidez.

Yarde, por su parte, llega revitalizado gracias a una racha de cuatro victorias consecutivas.

Desde su debut profesional en 2015, ha tenido objetivos claros. Como actual número 4 del ranking semipesado de The Ring, su sueño sigue siendo convertirse en campeón mundial, algo que estará a su alcance si derrota a Benavidez.

Pero también hay algo más que quiere dejar atrás: la falta de reconocimiento.

Yarde no está seguro de cuánto lo respeta su rival… pero tiene la intención de forzar esa validación con los puños.

“Respeto a David Benavidez, y si él aún no me respeta, estoy seguro de que después de la pelea va a tener que hacerlo.”