Abel Sánchez sabe que las divisiones de peso existen por una razón. Y sostiene que, lamentablemente para Terence Crawford, lo descubrirá de la manera más dura.

Tras meses de insistencia y provocaciones, Crawford (41-0, 31 KOs) consiguió lo que buscaba: un enfrentamiento con la estrella mexicana Canelo Álvarez el 13 de septiembre en el Allegiant Stadium de Las Vegas, Nevada.

Álvarez pelea dos divisiones por encima. Pero ansioso por demostrar que es el mejor boxeador, Crawford —quien apenas hizo una pelea en 154 el año pasado, tras competir en 147 desde 2018— aceptó subir hasta las 168 libras.

El N°3 libra por libra de The Ring confía en sus posibilidades. Sánchez, veterano entrenador que conoce bien a Álvarez, no.

El técnico, que guió a Gennadiy Golovkin en sus dos enfrentamientos con Canelo —resueltos en empate dividido y derrota por decisión mayoritaria—, también fue testigo de cómo el campeón semipesado Dmitry Bivol no logró lastimarlo en 2022.

“Terence Crawford es un gran boxeador, pero por eso existen las divisiones de peso. Canelo ha demostrado que, al subir, ha enfrentado y vencido a lo mejor de cada categoría”, dijo Sánchez —quien estará en la esquina del peso pesado Filip Hrgovic en su combate del sábado ante David Adeleye por DAZN PPV— a Louis Hart de The Ring. “Peleó con Bivol y Bivol no pudo lastimarlo. Peleó con mi boxeador y tampoco pudo en dos peleas.”

Crawford, de 37 años, jamás ha estado cerca de perder. El año pasado conquistó el título superwélter de la AMB frente a Israil Madrímov en Los Ángeles, California. Unificar los cinturones de las 154 libras era factible, pero ninguno en esa división podía igualar la bolsa ni el prestigio que Álvarez ofrecía.

Durante un tiempo, Álvarez (63-2-2, 39 KOs) no se interesó en la pelea. Pero tras los constantes desafíos y la magnitud de la oferta, aceptó darle su atención a Crawford después de vencer a William Scull.

El mexicano hizo lo justo para imponerse a Scull, que nunca se quedó quieto, por decisión el 3 de mayo en Riad, Arabia Saudita, convirtiéndose en campeón indiscutido del peso supermediano por segunda vez.

Álvarez no lució brillante, pero Sánchez ha visto suficiente para estar seguro de su pronóstico. No hace tanto, Crawford era un superligero (140 lb). Álvarez debutó profesionalmente en esa misma categoría en 2005.

“Si Crawford se hubiese tomado tres o cuatro años, como hizo Canelo, para construir no solo su fuerza sino también su masa de manera adecuada, tendría más opciones”, afirmó Sánchez. “Hacerlo en apenas 14 o 15 meses será muy complicado…

Crawford será mucho más lento por el peso también. Una vez que [Canelo tome el tiempo] creo que será una sesión de sparring para Canelo, como lo han sido la mayoría de sus últimas cuatro o cinco peleas. A partir del quinto o sexto asalto parece un sparring: hace lo que quiere.”