26 de agosto de 2023. Esa fue la última vez que un oponente de
Abdullah Mason escuchó la campana final.
Llegar hasta el límite contra el talentoso púgil de 21 años no es tarea fácil. Con su marcada inclinación por el nocaut, disfruta dándole a sus rivales noches cortas y dolorosas.
Sobre el papel,
Noakes (17-0, 15 KOs) será la prueba más dura en la carrera de Mason. Eso no significa que el combate vaya a llegar al campanazo final.
“Ya veremos”, dijo Mason con una sonrisa a Sean Zittel en su canal de YouTube, cuando le preguntaron si Noakes podría sobrevivir más allá del sexto asalto. “No lo creo.”
Es poco probable que Noakes se enganche en intercambios verbales con Mason en público. El británico de 28 años prefiere mantener la cabeza baja y contar los días hasta que se enfrenten.
Aunque Mason posee poder de nocaut, Noakes también ha mandado a más de un rival a la sala de emergencias. Su última víctima,
Patrik Balaz, fue fulminada el pasado 10 de mayo con un nocaut en el tercer asalto.
Mason, sin embargo, no se intimida por el historial de Noakes. Hace apenas dos meses,
firmó una victoria llamativa contra Jeremia Nakathila, a quien detuvo tras cinco duros asaltos.
Desde niño, Mason se ha preparado para este momento y no quiere dejar escapar la oportunidad. Mientras sigue trabajando intensamente, confiesa que no deja de pensar en la pelea que se avecina.
Las habilidades, el poder y la presión constante de Noakes estarán a la vista de todos. Y aunque eso pueda sonar intimidante para algunos, para Mason suena como una diversión garantizada.
“Gran combate. Sam Noakes tiene pegada, pero yo me voy a divertir mucho.”