William Scull realizó una pelea cautelosa este pasado fin de semana contra Canelo Álvarez. Algunos dirían que fue demasiado cautelosa. En realidad, la mayoría probablemente lo diría.
El cubano de 32 años ha pasado toda su vida luchando por una oportunidad. La noche del sábado, consiguió exactamente lo que buscaba, pero no logró capitalizarla.
Scull (23-1, 9 KOs) se desplazó, se movió, amagó, volvió a moverse y, por supuesto, siguió moviéndose. En ningún momento plantó los pies con firmeza para lanzar golpes con convicción. Cuando sonó la campana final, tanto Álvarez como gran parte del mundo del boxeo estaban convencidos de que la falta de ofensiva por parte de Scull fue su perdición.
Sin embargo, él no ve ningún problema en la forma en que peleó. De hecho, Scull considera que fue más activo e inteligente que su rival, lo cual, según él, debería haberle dado la victoria.
"Sí, sí", respondió Scull a Fight Hub TV cuando se le preguntó si creía que había ganado. "Después del quinto asalto, sentí que tenía el control de la pelea y que iba adelante."
El estilo elusivo de Scull no solo desesperó a los fanáticos alrededor del mundo, sino que también enfureció a Álvarez. A pesar de sus esfuerzos por acorralarlo, Canelo (63-2-2, 39 KOs) alzó las manos con frustración en varias ocasiones. Scull, no obstante, nunca mordió el anzuelo. Se mantuvo en el exterior, recorrió el ring con ligereza y conectó uno que otro jab cuando se le presentaba la oportunidad.
Para muchos, había demasiado en juego como para que Scull adoptara una postura tan pasiva. Todos los títulos importantes del peso supermediano estaban en disputa y la oportunidad de convertirse en un nombre reconocido estaba al alcance. Aun así, desde la perspectiva de Scull, ya tenía dominado a Álvarez y no veía necesario arriesgar más.
“Estábamos ejecutando nuestro plan", dijo Scull. "No había necesidad de correr riesgos ni de tomar chances innecesarias.”