Vinny Paz (anteriormente Pazienza, hasta que legalmente cambió su nombre en 2001) es un hombre de memoria larga y rencores duraderos —
incluso durante el fin de semana de su inducción al Salón Internacional de la Fama del Boxeo en Canastota, Nueva York.El excampeón mundial de peso ligero (50-10, 30 KOs), oriundo de Cranston, Rhode Island, habló con respeto y admiración sobre figuras como Héctor “Macho” Camacho, Roger Mayweather (tío del legendario Floyd Mayweather Jr.), y dijo que este último “me molió hasta hacerme polvo.” También elogió a Roy Jones Jr., afirmando que “era tan rápido como un rayo, ni siquiera se veían los golpes venir”, y hasta calificó a un veterano Roberto Durán como “increíble”.
Paz perdió con todos ellos claramente, salvo contra Durán, quien ya pasaba los 40 años y peleaba muy por encima de su peso natural.
Pero el tono cambió radicalmente cuando surgió el nombre de Greg Haugen. Toda la animosidad fue directamente hacia su viejo rival en las 130 y luego 140 libras, quien falleció este año a los 64 años víctima de cáncer.
“Lo odio,” dijo Paz a The Ring. “Sé que murió, pero todavía lo odio. Le gané dos de tres.”
Paz conquistó su primer título mundial de la FIB en 1987 al derrotar por decisión unánime a Haugen, quien le arrebató el cinturón un año después en otro fallo unánime.
Ese mismo 1988, Paz subió de división para enfrentar a Roger Mayweather por el título superligero del CMB y fue dominado ampliamente. En 1990 cayó ante Camacho por el título de la OMB en las 140 libras, pero seis meses más tarde logró vengarse de Haugen al superarlo por decisión en una pelea sin título en juego.
El 15 de diciembre de 1992, Paz logró una de las victorias más emotivas de su carrera, aunque no fuera por un campeonato. Se impuso con claridad a Luis Santana —exmonarca con 14 derrotas en su historial— por decisión unánime en diez asaltos.
Lo impactante fue el contexto: poco más de un año antes, Paz había sufrido un accidente automovilístico casi fatal, que le provocó una fractura de cuello cuando tenía 28 años. Llevó cuatro tornillos en la frente, un halo ortopédico y una barra de acero en la columna.
Esa historia fue llevada al cine en 2016 bajo el título Bleed For This (Sangra por Esto).
Aun hoy, Paz lamenta que Haugen ya no esté vivo —pero no por nostalgia o perdón.
“Me hubiera gustado que siguiera vivo… solo para poder pelear con él otra vez,” admitió.
“Le gané los últimos tres asaltos,” recordó sobre su primer combate, cuando las peleas de campeonato aún eran a 15 rounds. “Eso es darlo todo. Round 13, 14, 15... es una tortura. Y le gané.
Lo odio. Lo odio. No lo soporto.”