La autocomplacencia no es el camino al éxito. Ni en los negocios, ni en la vida, y mucho menos en el boxeo.
Serhii Bohachuk está al borde de una oportunidad titular. El peso superwélter ucraniano ocupa el puesto número 1 en el ranking del CMB y podría encontrarse frente a frente con
Sebastian Fundora en cualquier momento.
La inactividad nunca es ideal, pero hay ocasiones en las que un boxeador prefiere esperar antes que arriesgar su posición. Sin embargo, Fundora es un rival atípico: mide 1.97 m (6 pies y 5 ½ pulgadas) y posee características únicas en las 154 libras. Aunque no es el único. Mykal Fox, por ejemplo, comparte una estatura similar.
Debido a esa semejanza física, Bohachuk consideró que enfrentar a Fox tenía sentido como preparación visual y táctica. El pasado sábado por la noche, en el Commerce Casino de California, ambos subieron al ring ante una multitud expectante.
Durante los diez asaltos, Bohachuk (26-2, 24 KOs) tuvo amplios momentos de dominio, pero no logró ofrecer una actuación contundente ni memorable. Así que, aunque obtuvo la victoria —y de manera clara—, el ucraniano regresará al gimnasio con la intención de afinar varios aspectos de su boxeo.
“Aprendí en esta pelea que debo ser más rápido, más inteligente y tener más movimiento,” declaró Bohachuk a Not Just Boxing.
Hay una larga lista de aspectos que Bohachuk considera corregibles. Fox no fue un rival agresivo, pero su constante movimiento de piernas impidió que el europeo pudiera plantar bien los pies y lanzar con fuerza.
Además, Bohachuk confesó sentirse lento y falto de chispa sobre el cuadrilátero. No le costó el triunfo ante Fox, pero si enfrenta a rivales como Fundora, Xander Zayas o incluso en una revancha contra Vergil Ortiz Jr., ese tipo de rendimiento podría pasarle factura.
Para evitar esos problemas en el futuro, Bohachuk tendrá que aumentar su volumen de golpeo y mejorar la velocidad general de sus combinaciones.
“Necesito más velocidad,” afirmó. “No puedo quedarme esperando el golpe.”