El ex triple aspirante al título mundial y olímpico estadounidense Vanes Martirosyan falleció el domingo a los 39 años tras una batalla de dos años contra el cáncer de piel.

Martirosyan (36-4-1, 21 nocauts) compartió ring con figuras como Erislandy Lara en dos ocasiones, Demetrius Andrade y Jermell Charlo como contendiente del peso superwélter, y se retiró después de enfrentarse a Gennadiy Golovkin en 2018.

Sus victorias más destacadas incluyeron triunfos sobre Kassim Ouma, Willie Nelson e Ishe Smith, a lo largo de una carrera profesional de más de 13 años. Como amateur, Martirosyan venció a futuros campeones mundiales como Timothy Bradley Jr., Austin Trout y Andre Berto, y tenía un récord reportado de 120-10.

Martirosyan nació el 1 de mayo de 1986 en Ereván, Armenia, y creció en Glendale, California, donde contaba con una amplia base de seguidores armenios. Fue un prospecto amateur muy valorado que representó a Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de 2004 y se convirtió en profesional en 2005 tras firmar un acuerdo promocional con Top Rank Boxing.

Invicto en sus primeras 34 peleas, Martirosyan hizo honor a su apodo de “The Nightmare” y protagonizó combates muy competitivos contra algunos de los mejores contemporáneos de su era en peleas transmitidas por HBO, Showtime y ESPN.

Contra Lara, Martirosyan logró un empate técnico en 2012 y sufrió una derrota por decisión unánime en 2016. Derribó a Andrade en una derrota por decisión dividida en 2013 y cayó por una decisión muy ajustada ante Charlo en 2015.

Martirosyan fue entrenado por figuras como Freddie Roach, Ronnie Shields, Joe Goossen, Edmond Tarverdyan y Roma Kalantaryan, y en distintos momentos estuvo firmado con Al Haymon, Don King, Dan Goossen y Shelly Finkel.

Martirosyan mostró su espíritu guerrero hasta su última pelea hace más de seis años, subiendo de categoría para desafiar al campeón unificado del peso medio, Golovkin, con poco tiempo de aviso. Fue su primera pelea en dos años y la oportunidad llegó después de que el oponente original de “Triple G”, Canelo Álvarez, fuera retirado del combate tras dar positivo por una sustancia prohibida. Tras un primer asalto de ida y vuelta, Martirosyan fue noqueado en el segundo.

A pesar de las derrotas y los contratiempos, el siempre discreto Martirosyan nunca dejaba de sonreír, y se ganó el respeto del mundo del boxeo.

Terence Crawford estuvo entre las figuras que ofrecieron sus condolencias en redes sociales tras enterarse del fallecimiento de Martirosyan.

“Me entristece profundamente la noticia de Vanes Martirosyan, quien perdió su batalla contra el cáncer”, dijo Mauricio Sulaimán, presidente del CMB. “Vanes fue un orgulloso campeón plata del CMB y un querido amigo. Mis más sinceras condolencias a su familia y amigos.”

En 2024, Sulaimán organizó que el papa Francisco le diera una bendición a Martirosyan en el Vaticano en Roma.

Kalantaryan, amigo de toda la vida y confidente, que ahora entrena a Bakhram Murtazaliev, estuvo junto a la cama de Martirosyan el jueves en Los Ángeles cuando los médicos dijeron que a Martirosyan le quedaban apenas unos días de vida.

“Él estaba luchando por su vida como el campeón que era”, dijo Kalantaryan a The Ring. “Es increíblemente trágico decir que ya no está con nosotros. Intentó todo e incluso fue a México para recibir tratamiento, pero estos últimos seis meses fueron muy duros para él. Vanes entendió que se estaba quedando sin tiempo la última vez que lo vi. Me pidió que cuidara de su familia, nos agradecimos mutuamente por todo y nos despedimos. Vanes era una persona increíble con un corazón de oro. Deseo que descanse en paz eterna.”

A Martirosyan le sobreviven su esposa, Gaby Tsao, su hijo Andrew y su hija Arianna.

“Hoy nuestros corazones están destrozados”, dijo Tsao. “Estamos perdiendo a un hombre increíble: un esposo amoroso, un padre devoto, un alma bondadosa y alguien que dejó una huella en todos los que lo conocieron.

“Quienes conocían a Vanes saben lo especial que era, lo grande que era su corazón y lo profundamente que amaba. El vacío que deja es algo que sentiremos para siempre. Lo amamos muchísimo, y lo vamos a extrañar de maneras que las palabras no pueden explicar.

“No será fácil, pero nos aferramos a la idea de que se dirige a un lugar mejor, donde ya no hay dolor ni sufrimiento. Un lugar de paz. Por favor, manténganlo en sus oraciones para que su espíritu pueda descansar suave y pacíficamente.

“Amor mío, fuiste un esposo y un padre extraordinario, y llevaremos tu amor con nosotros por el resto de nuestras vidas.”