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Un Regreso Cinematográfico Para Claressa Shields
COLUMNA
Corey Erdman
Corey Erdman
RingMagazine.com
Un Regreso Cinematográfico Para Claressa Shields
El estacionamiento del Dort Financial Center en Flint, Michigan, estaba tan lleno que los autos estaban estacionados doble e incluso triple detrás de los camiones de producción televisiva en la zona de carga del edificio. Los fanáticos avanzaban entre los parches de hielo del estacionamiento, caminando con cautela a través de la nieve, usando suéteres que decían "Team G.W.O.A.T." o "Claressa Shields: Undisputed". Aunque podría ser posible que algunos de ellos fueran familiares de Shields, es muy poco probable que todos lo fueran, aunque probablemente a ellos les pareció que sí lo eran.

Todos en la ciudad parecían conocer a Shields, o al menos hablaban de ella como si lo hicieran. Muy a menudo, cuando uno viaja a una ciudad para cubrir una pelea de boxeo y revela ese detalle a los extraños con los que se encuentra, la respuesta suele estar entre "¿quién está peleando?" y "¿hay una pelea de boxeo aquí?" A veces, incluso es "¿todavía hacen boxeo?" Una semana antes, me preguntaron si estaba en la ciudad para la convención de concreto o la convención de entretenimiento para adultos, como si no hubiera otra respuesta posible. Eso cambia cuando estás en Fresno para una pelea de José Ramírez o en Omaha para una pelea de Terence Crawford. Todos no solo saben que habrá una pelea, sino que también asumen que debes estar en la ciudad para ella. En Flint, todos con los que hablé ya tenían un boleto, o eran conductores decepcionados por no poder ir, pero emocionados por la ola de negocio que generarían con los viajes compartidos esa noche.

Cuando la gente de Flint hablaba sobre la pelea, se referían a Shields por su primer nombre, Claressa, y lo decían con una calidez familiar, como si realmente la conocieran.
"Oh sí, Claressa está en apuros esta noche", dijo un barista. "Esa chica con la que pelea es grande".

Considerando los comienzos de Shields en Flint, los obstáculos tan abrumadores que justificaron una biografía cinematográfica sobre ella mientras aún es una competidora activa, la probabilidad de que algún día tenga una pelea por un título indiscutido en el estadio de hockey juvenil de la ciudad parece inimaginable. La histórica dominancia olímpica de Shields, seguida por un ascenso sin precedentes a través de las categorías de peso, coleccionando honores indiscutidos, la convirtió justificadamente en una figura tipo superhéroe para su ciudad. Una ciudad que tuvo que pelear simplemente para sobrevivir a la desindustrialización y al veneno literal en su suministro de agua, tenía a alguien peleando por ellos. Shields mantuvo sus raíces en Flint mucho después de que se convirtiera en una necesidad financiera para ella, y usó cada gran escenario en el que estuvo para celebrar la ciudad y también llamar la atención sobre sus problemas, con el azul característico resaltando la crisis del agua trenzado en su cabello para cada pelea. Las peleas de Shields son por ellos, y son una ilustración de que ellos también pueden pelear y ganar, en cualquiera que sea su lucha.

La actuación de Shields contra Danielle Perkins en esta noche quedará registrada como quizás la más entretenida de su carrera. Peleando con un ligamento roto en su hombro que Shields dice que sufrió poco más de una semana antes de la pelea, lanzó derechos por encima de la cabeza con regularidad a una Perkins significativamente más alta y naturalmente más grande. Hubo una ferocidad en el enfoque de Shields, impulsada por el hecho de que solo podía lanzar golpes de derecha, lo que generó una energía frenética y ansiosa en la arena abarrotada. Shields dejó a Perkins gravemente herida en el tercer round, con solo la brevedad de los asaltos de dos minutos salvando a Perkins de un probable nocaut.

En los últimos momentos de la pelea, Shields encontró ese mismo golpe, uno que aterrizó con tal fuerza que los ojos de Perkins se giraron hacia atrás y su cuerpo cedió en la cintura, inclinándose hacia adelante hasta que sus guantes tocaron el tapiz. Solo el hecho de que Perkins, una exjugadora profesional de baloncesto que sobrevivió a dos accidentes automovilísticos cercanos a la muerte, es una maravilla atlética y médica, le permitió mantenerse en pie y consciente para evitar un nocaut en el último segundo.

De alguna manera, fue el final cinematográfico perfecto, el Corte del Director de A Fire Inside, si se quiere. Shields aterrizando el golpe de sus sueños sobre Perkins, su amiga de la vida real, cuyo cuerpo respondió de tal manera que, involuntariamente, hizo una reverencia a la Reina cuando sonó la campana final.

Pero lo que será más memorable de esa noche, lo que hizo que la actuación fuera tan emocionante como se sintió, fue lo que la multitud estaba sintiendo y expresando. Las tablas del piso que cubrían la superficie de hielo dentro de la arena temblaban mientras Shields entraba con una mezcla de canciones que se han convertido en su tema de entrada característico: "The Champ Is Here" de Jadakiss, "Whoop That Trick" de Hustle and Flow y una presentación de Papoose, cuya conexión con ella se ha convertido en tema de chismes de celebridades. La multitud mantenía un rugido que se intensificaba en una erupción ensordecedora cada vez que Shields aterrizaba algo importante, y el DJ hacía su parte al reproducir "Whoop That Trick" entre los rounds y desatar clásicos de "empieza una pelea en el club" como "Knuck if You Buck" de Crime Mob.

Shields y su promotor Dmitriy Salita expresaron después de la pelea que tenían a su disposición diferentes lugares para el evento, pero que Shields quería organizar la pelea en su ciudad natal, y esto dio sus frutos con una atmósfera memorable. La ciudad lució su mercancía casera y sus mejores pieles y vio a su superhéroe en la vida real, y sus reacciones fueron proporcionales.

Tanto como el evento fue sobre ver a Shields en su mejor momento, también fue sobre ver a la ciudad misma. Flint ha pasado la mayor parte de cuarenta años sintiéndose ignorada o descuidada, por todos, hasta por las agencias gubernamentales y corporaciones. Pero en esta noche, Flint se convirtió en la ciudad a la que la gente de Detroit, Grand Rapids y Lansing viajaron para un evento, en lugar de lo contrario por una vez. Más que eso, por un domingo, la semana antes del Super Bowl, los ojos de una base de fanáticos deportivos estaban sobre ellos y sus seres queridos.

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