El boxeador de 34 años, oriundo de Darlington, llegó al ring como un peligroso no favorito. Salió de él como campeón británico, de la Commonwealth y europeo del peso supermediano.
Simpson se había consolidado como uno de los pocos peleadores británicos capaces de encabezar por sí solo un evento en estadio y era una pieza clave del acuerdo de transmisión de Boxxer con la BBC. El plan era que regresara a Barnsley este verano para un gran espectáculo al aire libre en horario estelar.
Williamson (22-4-1, 16 KOs) hizo trizas esos planes al derribarlo en cuatro ocasiones. El nuevo campeón reveló que nunca tuvo dudas.
“Esto es profundo. Llevé este papel conmigo todos los días en el coche y lo leía cuatro o cinco veces al día”, dijo en el ring.
“Lo guardé en el calcetín. Lo firmé el 28 de octubre y decía: ‘Me convertiré en campeón británico, de la Commonwealth y europeo el 20 de diciembre. Noquearé a Callum Simpson. #AndTheNew’. Esta noche, tienen a un nuevo campeón británico, de la Commonwealth y europeo del peso supermediano, y sí, noqueé a Callum Simpson.
“Soy un gran creyente de la manifestación. He manifestado esto durante meses. Creo firmemente en soñar, creer y convertirse. Lo soñé, lo creí con fuerza y volví a ser campeón”.
Williamson irrumpió como un atractivo y agresivo superwelter y abrió camino hasta el título británico antes de que su etapa en las 154 libras se fuera apagando. Quedó por detrás de
Josh Kelly y
Caoimhin Agyarko, y careció de pegada en una derrota por decisión ante
Ishmael Davis.Su decisión de subir a las 168 libras llegó tarde en su carrera, pero lo ha revitalizado, recordando a su versión más explosiva al noquear a Mark Dickinson en septiembre y mostrando además fuerza, resistencia e inteligencia ante un Simpson de gran tamaño.
“Lo mencioné antes durante la semana de la pelea: la confianza en uno mismo. Nadie cree más en mí que yo”, afirmó.
“Sé de lo que soy capaz en el peso correcto. Dije que este era mi peso ideal. Algunos pensaron que estaba fanfarroneando y diciendo tonterías, pero esta es mi división y quedó demostrado”.
Ganar títulos británicos en dos categorías distintas, separadas por 14 libras, es un logro significativo, pero Williamson ya mira hacia adelante. Podrá disfrutar la Navidad con su familia, tranquilo al saber que su futuro deportivo está asegurado y, mientras hablaba, empezaba a tomar conciencia de lo que había conseguido.
“Me ha cambiado la vida. Siempre quise darles a mis hijos una crianza mejor que la que yo tuve”, dijo.
“Me gané ese título con la actuación de mi vida. Básicamente he cambiado la vida mía y la de mis hijos para mejor. Estoy con muchas ganas de ver qué viene en 2026”.