Con 23 peleas y ocho años de carrera profesional, el peso welter irlandés
Dylan Moran ha decidido colgar los guantes.
El púgil de 30 años (19-4, 9 KOs) fue hospitalizado tras otra dura derrota por nocaut técnico,
esta vez después de siete exigentes asaltos frente a Tyrone McKenna en la cartelera de respaldo del Lewis Crocker-Paddy Donovan 2.
La ironía es que McKenna (25-6-1, 8 KOs) había
coqueteado con el retiro en los últimos años, aunque en su compatriota encontró un rival doméstico que lo inspiró a protagonizar una inesperada serie de dos combates que no necesitaban presentación.
Moran confirmó su decisión el lunes mediante un comunicado en redes sociales, sabiendo que la pelea del sábado sería su última aparición, con el tiempo pasado en el hospital recordándole no cambiar de idea.
«Desde que me hice profesional hace muchos años he vivido el sueño absoluto, tuve algunos de los mejores años de mi vida y estoy muy agradecido a todo eso gracias al boxeo. Dicho esto, con el tiempo, todo cambia», escribió en Instagram.
«Sabía en la previa de esta pelea que no iba a volver a boxear después y ese amor que me levantaba de la cama por las mañanas ya se había ido. Tras pasar las dos últimas noches en el hospital, muerto de preocupación, eso me lo confirmó».
Señaló que ser un buen padre y pareja es ahora su principal motivación, tras haber encontrado el amor con «una chica increíble» el año pasado. Declaró que eso fue lo mejor que le ha pasado, lo ha serenado y ha cambiado su enfoque hacia proteger su salud para su familia.
«Ella me ha hecho volverme civilizado. Para ser esas cosas [un buen padre y pareja], tengo que estar sano, así que ya no compensa seguir estos años. Siempre estaré vinculado al boxeo y espero con ilusión muchos años como entrenador, ayudando a los jóvenes. A cualquier joven boxeador que lea esto: disfruten cada día, porque se acaba en un abrir y cerrar de ojos».
McKenna respondió a la publicación agradeciendo a Dylan tras haber compartido «dos noches increíbles» y deseándole éxito en el futuro.
Moran, que debutó como profesional en 2017, sumó cuatro victorias frente a journeymen en veladas promovidas por el exaspirante al título ligero convertido en entrenador Kieran Farrell, antes de que cuatro de sus siguientes seis combates fueran en Irlanda.
Con un récord invicto de 10-0, su gran oportunidad en Estados Unidos terminó con una derrota por nocaut técnico en el tercer asalto frente al keniano Denis Okoth, aunque reconstruyó su carrera en Europa, pasando por Austria, Alemania, España y de vuelta al Reino Unido.
El triunfo de Moran por nocaut técnico en el sexto asalto sobre el veterano contendiente Mauro Maximiliano Godoy le abrió las puertas a un puesto en la cartelera de Chris Eubank Jr-Liam Smith en septiembre de 2023, donde se midió al entonces invicto
Florian Marku.
Marku lo despachó en menos de un minuto, aunque Moran regresó el verano siguiente con un nocaut sobre el invicto Owen O’Neill (13-0) antes de cerrar su carrera con la serie frente a McKenna.