LAS VEGAS — Desde la perspectiva de
Tim Tszyu,
Sebastian Fundora tuvo muchísima suerte hace 15 meses.
Si no hubiese sido por el espantoso corte que Tszyu sufrió cerca de la línea media del cabello, el excampeón mundial del peso superwélter de la OMB está convencido de que habría derrotado a Fundora de forma contundente, quizás por nocaut, en marzo de 2024.
El australiano Tszyu fue muy preciso con su mano derecha en los dos primeros asaltos, pero la pelea cambió por completo cuando el codo de Fundora rozó la cabeza del australiano justo antes de terminar el segundo asalto, provocando que comenzara a brotar sangre de una amplia herida.
Tszyu aguantó el dolor y la sangre hasta llegar al campanazo final, pero Fundora ganó por decisión dividida en la T-Mobile Arena de Las Vegas.
Bakhram Murtazaliev, invicto campeón mundial superwélter de la FIB, apabulló a Tszyu siete meses después, derrotándolo por nocaut técnico en el tercer asalto
tras derribarlo cuatro veces el 19 de octubre en Orlando, Florida.
Tszyu quiere vengar ambas derrotas en su camino por unificar los títulos mundiales de las 154 libras. Uno de los hijos de Kostya Tszyu comenzará esa misión este sábado por la noche, cuando vuelva a enfrentar a Fundora por el cinturón del CMB del estadounidense de 27 años, en una revancha pactada a 12 asaltos en el respaldo del pago por evento entre Manny Pacquiao y Mario Barrios, desde el MGM Grand Garden Arena
(8 p.m. ET; 5 p.m. PT; $79.99).
“Debería haberme acabado la primera vez”, declaró Tszyu el jueves en conferencia de prensa. “Porque esta vez va a ser una historia totalmente diferente”.
Fundora-Tszyu II podría encabezar perfectamente otra cartelera de Premier Boxing Champions. Sin embargo, Fundora (22-1-1, 14 KOs), oriundo de Coachella, California, y Tszyu (25-2, 18 KOs), de Sídney, forman parte de un respaldo cargado, bajo el regreso del veterano Pacquiao, de 46 años, quien vuelve de un retiro de casi cuatro años.
El australiano, con nueve años de carrera profesional, espera rendir mejor en la revancha no solo porque confía en que peleará sin cortes esta vez frente a Fundora, un zurdo de 1.98 m que le lleva 20 cm de altura.
También porque, a diferencia de la primera vez, pudo hacer un campamento completo enfocado en el peculiar estilo y físico de Fundora, a quien enfrentó originalmente con solo 11 días de aviso tras la lesión de bíceps de
Keith Thurman, que se retiró de la pelea pactada.
“Creo que con un campamento adecuado, una preparación adecuada,” afirmó Tszyu, “pudiendo ver qué cosas funcionan y cuáles no, eso marca una gran diferencia. Voy a ofrecer una actuación diferente, más inteligente”.
El equipo de Tszyu fue criticado tras el primer combate por no pedir lo que muchos consideraban lo más sensato: que el árbitro Harvey Dock o el médico de la Comisión Atlética de Nevada detuvieran la pelea antes de finalizar el cuarto asalto. Si eso hubiese sucedido, Fundora-Tszyu se habría declarado ‘no contest’, ya que el corte no fue provocado por un golpe.
Un Tszyu orgulloso explicó el jueves por qué decidió seguir peleando aquella noche, incluso con un corte tan complicado en la parte superior de la cabeza.
“Cuando entro al ring, lo hago con la mentalidad de que voy a morir en el ring”, expresó Tszyu. “A veces eso es un problema y que mi esquina diga ‘vamos a parar la pelea’ jamás ha sido parte de lo que soy. Yo soy de entrar allí y llegar hasta el final. Si eso significa que te van a noquear, que así sea.
“Intentas levantarte, levantarte, levantarte. Para mí, si mi esquina la hubiera parado, me habría molestado muchísimo con ellos, con la vida, y con el hecho de que podría haber vivido mi vida sin saber mi verdadero potencial. Así que esa es la respuesta de por qué la esquina no la detuvo”.
Fundora cuestionó el jueves si el corte realmente fue tan determinante como parecía en la arena y en televisión, dado que Tszyu logró pelear durante 10 asaltos completos con él.
“Yo estaba distraído”, continuó Tszyu. “En vez de volver a la esquina pensando en la pelea, pensaba en el corte y eso siempre presenta desafíos, especialmente cuando estás peleando al más alto nivel.
“Sebastian salió diciendo que pensaba que yo podía ver bien, pero la realidad es que no podía. Pero, ¿sabes qué? Para eso está esta revancha. Hay muchas preguntas por responder de ambos lados, no solo del mío, y sí, se responderán”.
Keith Idec es redactor senior y columnista de The Ring. Puede ser contactado en X @idecboxing.