Tener una opinión no tiene nada de malo. Y en el boxeo —más que en la mayoría de los deportes— las opiniones abundan.
Uno de los temas más debatidos es, sin duda, la lista libra por libra. En general, hay tres nombres que se disputan el trono:
Terence Crawford,
Oleksandr Usyk y, por supuesto,
Naoya Inoue.
Los tres han sido campeones indiscutidos en múltiples divisiones y mantienen su récord invicto.
Las victorias de Usyk sobre Tyson Fury, Anthony Joshua y
Daniel Dubois le dan un argumento muy sólido. Crawford, por su parte, firmó una de las actuaciones más impresionantes de los últimos años al destruir a Errol Spence, lo cual consolidó su lugar en la cima.
Pero Inoue no está dispuesto a poner a ninguno de los dos por encima de él en los rankings.
“Creo que soy el número uno,” aseguró Inoue durante una entrevista en Cigar Talk con Naji.
Si alguien pudiera diseñar un boxeador en un laboratorio secreto, probablemente le daría velocidad, precisión, voluntad, técnica y poder de pegada. Inoue posee todas esas cualidades y más.
Sin embargo, lo que más suele llamar la atención es su devastador poder.
Basta preguntarle a sus oponentes: la mayoría apuntarían a su puño ensangrentado con una mezcla de respeto y temor.
En este 2025, el japonés ha seguido sembrando el terror en el ring. Primero fue Ye Joon Kim, quien cayó por nocaut en el cuarto asalto.
Y hace apenas unas semanas, Inoue sumó otro nombre a su lista, aunque por poco termina él mismo en la lona.
Ramon Cárdenas salió a pelear como si no tuviera nada que perder en el T-Mobile Arena de Las Vegas el 4 de mayo.
Sus ataques descontrolados casi dan resultado: logró derribar a Inoue en el segundo asalto.
Pero ver su propia sangre solo encendió la furia del “Monstruo”, quien respondió con más agresividad y terminó el combate con un nocaut digno de los resúmenes del año.
Muchos analistas siguen destacando su impresionante pegada. Pero para Inoue, hay algo más profundo que explica su dominio.
“No creo que sea solo poder,” añadió. “Creo que es mi habilidad técnica para conectar los golpes.”