Terence Crawford se divirtió un poco con los fanáticos de Canelo Álvarez que asistieron a su segunda conferencia de prensa el domingo en Nueva York.

Poco después de que Álvarez reconociera que eventualmente podría participar en eventos de WWE, Crawford asumió el papel del villano mientras promocionaban su pelea por el título supermediano el 13 de septiembre en el Allegiant Stadium de Las Vegas.

"Quiero que toda la gente en las gradas que me abuchea, llore cuando llegue a casa", dijo Crawford. "Van a llorar."

La declaración de Crawford provocó la reacción deseada, ya que los fanáticos reunidos en el Javits Center para el Fanatics Fest 2025 lo abuchearon. El campeón de cuatro divisiones también aseguró a quienes piensen lo contrario que será agresivo cuando se enfrenten por los títulos supermedianos de The Ring, FIB, AMB, CMB y OMB de Álvarez.

"Voy a decirlo claro — lo estoy cazando", dijo Crawford. "Eso es todo. Estoy cazando todo lo que él tiene y lo voy a tomar el 13 de septiembre."

Ya es un miembro seguro del Salón de la Fama en su primera nominación, pero Crawford, de 37 años, puede ampliar su legado si vence a Álvarez, quien tiene marca de 11-0 en peleas en el peso supermediano.

"Estoy enfocado en hacer historia", dijo Crawford. "Fui el primer campeón indiscutido dos veces en el mundo. Y les aseguro que voy a ser el primero en ser campeón indiscutido tres veces en el mundo."

Max Kellerman, quien fue anunciado el domingo como parte del equipo de transmisión de Netflix, le preguntó a Crawford por qué asumiría ese tipo de riesgo cuando ya ha logrado tanto en sus 17 años de carrera profesional.

"Siempre digo, '¿Por qué no?' Todos los grandes hacen cosas que la gente cree imposibles", dijo Crawford. "Tengo la confianza, las habilidades, tengo todas las herramientas para vencer a Canelo. Entonces, ¿por qué no?"

Crawford (41-0, 31 nocauts), de Omaha, Nebraska, no ha boxeado por encima del límite del peso mediano junior de 154 libras desde que debutó como profesional en marzo de 2008.

Solo ha peleado una vez por encima del límite del welter de 147 libras. La racha de 11 nocauts consecutivos de Crawford terminó en esa pelea, una victoria por decisión unánime sobre el uzbeko Israil Madrimov (10-2-1, 7 nocauts) el 3 de agosto en el BMO Stadium de Los Ángeles.

El ex campeón indiscutido del peso superligero y welter confía, sin embargo, en su capacidad para superar e incluso lastimar a Álvarez (63-2-2, 39 nocauts), quien ha demostrado tener una de las mejores mandíbulas del boxeo en el siglo XXI.

Álvarez no ha sido seriamente lastimado desde que José Cotto lo estremeció con un gancho de izquierda en el primer asalto de una pelea que terminó ganando por nocaut técnico en el noveno asalto en mayo de 2010 en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas.

Álvarez y Cotto pelearon en un peso pactado de 150 libras. El resistente Álvarez no pareció haber estado tan lastimado en ninguna de sus peleas posteriores en los pesos: mediano junior, mediano, supermediano o semipesado.

La actuación inferior de Álvarez en su última pelea —una victoria por decisión unánime sobre William Scull (23-1, 9 nocauts) el 3 de mayo en la ANB Arena en Riad, Arabia Saudita— ha hecho que se reduzcan las diferencias en las apuestas para su pelea con Crawford. DraftKings sitúa a Álvarez como un ligero favorito (menos-185/más-150) para vencer a Crawford en un evento principal que Netflix transmitirá a nivel mundial para una base de suscriptores que supera los 300 millones.