Terence Crawford utilizó toda la “munición de tablón de anuncios” como combustible antes de su combate contra
Canelo Álvarez.
Era demasiado pequeño.
No aguantaría la pegada.
No podría ir al tú por tú.
Estaba demasiado inactivo.
El escenario le quedaría grande.
Crawford (42-0, 31 KOs) destrozó todos esos clichés de manera espectacular
al subir dos categorías de peso y derrotar a Álvarez (63-3-2, 39 KOs) para conquistar el título indiscutido del peso supermediano en el Allegiant Stadium de Las Vegas a comienzos de este mes.
Con esa victoria, Crawford se convirtió en campeón mundial en cinco divisiones y en triple campeón indiscutido (140, 147 y 168 libras).
“Él no tenía por qué aceptar pelear conmigo,” declaró Crawford en el programa 4th&1 With Cam Newton. “Lo más irrespetuoso fue cuando la gente decía que me iba a noquear en tres asaltos y que era demasiado pequeño. Lo tomé como una falta de respeto. Nunca me habían derribado ni noqueado, así que ¿por qué pensaban que esta vez sí pasaría?
“La gente estaba menospreciando y desacreditando mis habilidades solo porque Canelo es una leyenda. Pero, como dije antes, Canelo nunca había peleado contra Terence Crawford.”
Al recordar el combate, Crawford afirmó que se sintió en control desde el primer asalto y que, a su juicio, ganó los cuatro iniciales. Sin embargo, dos de los jueces vieron las cosas de otra forma, otorgando a Álvarez dos de esos asaltos, mientras que el tercero solo le dio uno.
La pelea llegó empatada al undécimo asalto en dos de las tarjetas, pero Crawford se encargó de eliminar toda controversia al llevarse los dos últimos rounds en las tres puntuaciones oficiales.
Crawford explicó que fue ganando confianza a medida que avanzaba el combate, porque Álvarez no logró lastimarlo.
“No voy a mentir. En el segundo asalto pensé: ‘No pega tan fuerte como todos dicen.’ Pero igual hay que tener cuidado,” comentó Crawford.
“En mi cabeza decía: ‘Está tratando de hacerme bajar la guardia, me lanza golpes suaves para dormirme, y luego buscará conectarme con uno fuerte, ¡boom!, te tengo.’ Así que estuve siempre alerta, precavido y peleando a mi ritmo. Una vez que la pelea se estabilizó, ya no había nada que él pudiera hacer.”
Manouk Akopyan es redactor principal de The Ring. Síguelo en X e Instagram: @ManoukAkopyan