Terence Crawford reconoce que la resistente quijada de Canelo Álvarez ha sido uno de los mayores atributos del ícono mexicano a lo largo de sus 20 años de carrera profesional.

Sin embargo, el campeón invicto en cuatro divisiones recordó el viernes a los que dudan que no existe un peleador infalible en este deporte. Crawford no buscará necesariamente el nocaut cuando se enfrenten el 13 de septiembre en el Allegiant Stadium de Las Vegas, pero no se sorprendería si esa termina siendo la forma en que gane su combate por el campeonato supermediano a 12 asaltos.

"A cualquiera se le puede noquear", dijo Crawford al moderador Todd Grisham durante una conferencia de prensa en Riad, Arabia Saudita. "Canelo tiene una quijada de granito, es fuerte, es resistente. Lo hemos visto lastimado un par de veces... Pero dadas las circunstancias adecuadas, a cualquiera se le puede noquear.”

El momento de mayor vulnerabilidad de Álvarez ocurrió hace 15 años. José Cotto, hermano mayor de la leyenda puertorriqueña Miguel Cotto, lo sacudió con un gancho de izquierda en el primer asalto de su primera pelea en Estados Unidos.

Con solo 19 años, Álvarez se recuperó relativamente rápido y retomó el control de su combate en el peso mediano junior. Detuvo a Cotto en el noveno asalto de esa pelea en mayo de 2010, en la cartelera secundaria del Mayweather-Mosley en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas.

Más adelante en su carrera, Álvarez (63-2-2, 39 nocauts) resistió el poder del ex campeón mediano Gennadiy Golovkin en sus tres peleas, del ex campeón semipesado Sergey Kovalev y del actual campeón indiscutido del peso semipesado Dmitry Bivol, entre otros.

Crawford (41-0, 31 nocauts) ha subido dos divisiones, del mediano junior al supermediano, para desafiar a Álvarez por sus títulos del CMB, AMB, FIB, OMB y The Ring de las 168 libras, en un evento principal de 12 asaltos que Netflix transmitirá a nivel mundial. La racha de 11 nocauts de Crawford terminó en su única aparición en las 154 libras —una victoria por decisión unánime en 12 asaltos sobre Israil Madrimov (10-2-1, 7 nocauts) el 3 de agosto en el BMO Stadium de Los Ángeles.

Aun así, Crawford confía en que su poder se trasladará con él esos 14 libras arriba.

Si Crawford no logra convertirse en el primer peleador en detener a Álvarez antes del límite, tampoco se preocupará por recibir un trato justo en las tarjetas si la pelea se va a la decisión. Históricamente, Álvarez ha tendido a recibir el beneficio de la duda por parte de los jueces en combates celebrados en Las Vegas —especialmente cuando empató con Golovkin por decisión dividida en septiembre de 2017, cuando derrotó al zurdo cubano Erislandy Lara por decisión dividida en julio de 2014 y cuando la jueza CJ Ross anotó como empate una pelea que perdió claramente ante Mayweather en septiembre de 2013.

“No puedo concentrarme en los jueces”, dijo Crawford. “Solo tengo que concentrarme en hacer lo que puedo hacer y controlar lo que puedo controlar dentro del ring. Y eso es salir ahí y ganar la pelea de forma decisiva.”

La gira promocional por tres ciudades de Álvarez vs. Crawford continuará el domingo por la tarde en Nueva York, donde promoverán su combate como parte del Fanatics Fest 2025 en el Javits Center.