Shakur Stevenson arruina la semana de ensueño de Josh Padley y defiende su título del WBC con nocaut en el noveno asalto

ANB ARENA, ARABIA SAUDITA – Shakur Stevenson puso fin al cuento de hadas de Josh Padley con una contundente victoria, defendiendo con éxito su título mundial de peso ligero del WBC por segunda vez con un nocaut en el noveno asalto contra el reemplazo de última hora en Riad, Arabia Saudita.

DAZN transmitió mundialmente la cargada cartelera ‘The Last Crescendo’.

La retirada de Floyd Schofield en la semana de la pelea debido a una enfermedad dejó a los organizadores buscando desesperadamente un rival para el brillante Stevenson, quien ahora ostenta un récord de 23-0 (11 nocauts) y está clasificado número cuatro por Ring Magazine.

Finalmente, optaron por el británico Padley, 15-1 (4 nocauts). A sus 29 años, está clasificado en el puesto número 12 por el WBC y, lo más importante, se encontraba dentro del límite de peso de 135 libras.

Los peleadores en la posición de Padley suelen describirse como aquellos que "no tienen nada que perder", un cliché que subestima enormemente el peligro de subir al ring sin preparación contra uno de los mejores boxeadores del planeta.

El talentoso Stevenson representa una pesadilla para cualquier peso ligero del mundo, y más aún para un oponente que apenas cuatro días antes trabajaba como electricista.

Padley, con 134 libras, es un boxeador técnico y en lugar de abandonar su estilo habitual para lanzarse a un ataque desesperado, decidió tomarse su tiempo en el combate, plantándose frente a Stevenson y tanteándolo con su jab.

Stevenson, también con 134 libras, se mostró tranquilo, conectando su jab de zurdo y analizando al oponente inesperado que tenía enfrente. Finalmente, lanzó un potente recto de izquierda dos minutos después del inicio del asalto y encontró su objetivo.

En el segundo asalto, Stevenson comenzó a reconocer los patrones y aberturas en la defensa de su rival, armando combinaciones. Padley tenía dificultades para conectar golpes efectivos y empezó a ser castigado. Stevenson cerró el asalto con una hermosa combinación de tres golpes y en el tercero hizo pagar a Padley por su agresividad, hiriéndolo con un golpe de izquierda.

Stevenson brilla cuando puede trabajar a partir de la agresividad de sus rivales, y a medida que Padley ganaba confianza y asumía más riesgos, se encontraba con certeros contraataques. Además, Stevenson imponía las mejores manos en los intercambios de corta distancia.

Aun así, Padley no parecía demasiado afectado cuando se sentó en su esquina después de cuatro asaltos.

Las cosas se complicaron en el quinto. Stevenson comenzó a utilizar su jab con mayor frecuencia para abrir la guardia de Padley y aprovechó cada espacio disponible. El británico intentó responder tras ser lastimado con un golpe al cuerpo, pero tenía dificultades para ajustar su defensa mientras Stevenson ejecutaba sus combinaciones.

El retador se negó a rendirse. Stevenson, sintiendo la urgencia del momento, comenzó a asentarse mejor en el ring en el sexto asalto, lanzando ganchos al cuerpo y combinaciones. Pero cada vez que parecía que el británico finalmente cedería, respondía con coraje y ofensivas propias.

Al finalizar el sexto, Stevenson le lanzó una mirada prolongada a Padley y en el séptimo redujo la cadencia de sus combinaciones, enfocándose más en su jab y en golpes de poder aislados. Un recto largo y fuerte al cuerpo lastimó visiblemente al británico.

Finalmente, en el noveno, la resistencia de Padley empezó a desmoronarse. Un recto de izquierda bien colocado al cuerpo lo obligó a tocar la lona. Frustrado, Padley se levantó de inmediato y se lanzó nuevamente al combate, pero Stevenson ya había identificado su camino hacia la victoria.

Dos caídas más, provocadas por golpes al cuerpo, sellaron el destino del británico antes de que su entrenador, Jason Cunningham, arrojara la toalla justo cuando sonaba la campana.

Padley no pareció verse afectado por la presión del evento, como lo demostró al vencer al favorito Mark Chamberlain en la cartelera de la espectacular victoria de Daniel Dubois sobre Anthony Joshua en Wembley el pasado septiembre. Sin embargo, enfrentarse a un tricampeón mundial como Stevenson resultó ser un desafío completamente distinto. A pesar de la derrota, dejó una gran impresión y solo puede extraer aspectos positivos de la experiencia.

Stevenson esperaba que su participación en esta gran cartelera reavivara su carrera. La tensa preparación previa con Floyd Schofield había generado interés, pero finalmente su oponente de última hora terminó robando el protagonismo.

Aunque la victoria no dejó la impresión que hubiera deseado, Stevenson hizo lo mejor posible en una situación complicada, resolviendo el combate con autoridad. Ahora buscará enfrentarse a un gran nombre en su próxima pelea.