Callum Simpson retuvo sus títulos británico y de la Commonwealth de peso supermediano con un excelente nocaut técnico en el segundo round sobre Steed Woodall en el Park Community Arena de Sheffield.

Boxeando por primera vez desde que su hermana menor, Lily-Rae, falleciera trágicamente tras un accidente mientras estaba de vacaciones, Simpson encabezó su segundo show consecutivo de Sky Sports contra el peligroso Woodall, de 30 años, originario de Birmingham.

Woodall (19-3-1, 12 KOs) se ganó su oportunidad con un impresionante nocaut sobre el previamente invicto Lerrone Richards en junio pasado, pero tan rápido ha crecido la reputación de Simpson que aún entró a la pelea como un considerable desvalido.

La semana pasada, el joven de 28 años le dijo a The Ring que le habían ofrecido la oportunidad de regresar en un combate más fácil, pero, ansioso por mantener el impulso ganado al conquistar los títulos británico y de la Commonwealth al vencer por decisión a Zak Chelli frente a 7,000 fanáticos en su ciudad natal de Barnsley en agosto pasado, le indicó a su equipo que preparara el combate contra Woodall.

Simpson (16-0, 11 KOs) tuvo que perseguir al difícil Chelli, pero desde la primera campana encontró a Woodall mucho más dispuesto a entrar en acción. Simpson cedió terreno pero siempre mantuvo sus pies firmes y descargó golpes antes de que Woodall pudiera generar mucho impulso. Un gancho izquierdo al cuerpo cuando terminó el round pareció captar la atención de Woodall.

El quiebre decisivo llegó temprano en el segundo round. Un intercambio de Simpson obligó a Woodall a irse contra las cuerdas y lo derribó a una rodilla con un uppercut derecho.

Woodall cayó pesadamente y, con dificultad, logró ponerse de pie con la cuenta de nueve. Simpson no estaba dispuesto a dejarle escapar la oportunidad y atacó de inmediato. Casi de inmediato, presionó al retador contra las cuerdas y armó otra combinación precisa.

El árbitro Mark Bates se mantuvo cerca de la acción pero finalmente decidió intervenir y detener la pelea. El final pareció algo prematuro, pero Woodall indudablemente estaba herido, con el tiempo oficial llegando a 1:56 del segundo round.

Simpson ascendió rápidamente en las filas, construyendo una reputación como un pegador destructivo con un estilo emocionante. La actuación medida y obligatoria contra un complicado Chelli puede haber hecho que la gente olvidara lo destructivo que puede ser, pero esta victoria sirvió como un recordatorio oportuno.

Dado el difícil momento personal que Simpson ha atravesado en los últimos meses, su enfoque merece admiración.

Simpson agotó las entradas del Park Community Arena y se siente como un peleador en ascenso. Después del combate, confirmó su regreso al estadio Oakwell de Barnsley este verano para una noche mucho más grande. ¿La misión para Boxxer? Encontrarle un oponente digno.