NUEVA YORK — A algunos les gustó, pero la gran mayoría lo detestó.
Durante buena parte de su pelea a 12 asaltos contra
Ryan Garcia,
Devin Haney fue completamente dominado. Nada salió bien para el excampeón mundial en dos divisiones durante aquella oscura noche de abril de 2024. Derechas, ganchos de izquierda, jabs, golpes al cuerpo… Haney lo recibió todo.
Por momentos, fue difícil de ver. Tras ser derribado y ampliamente superado, la derrota por decisión mayoritaria de Haney fue luego revertida a "no contest" al revelarse que Garcia falló dos pruebas antidopaje previas a la pelea por consumo de Ostarina, una s
ustancia prohibida detectada por VADA.Con el panorama aclarado, Haney comenzó a procesar lo ocurrido. No había razón para pensar que Garcia fuera mejor. Volvió al gimnasio y se comprometió a mejorar. Sin embargo, siguen existiendo dudas sobre ese proceso de recuperación.
El pasado 2 de mayo, en la cartelera de The Ring en Times Square, Haney (32-0, 15 KOs) enfrentó a José Ramírez. Se mantuvo en constante movimiento y ganó por decisión unánime, aunque su estilo defensivo y escurridizo molestó al público. La pelea careció de intercambios intensos y terminó sin mayores marcas visibles. Haney conectó solo 70 golpes en total, mientras que Ramírez logró 40.
Entre los atentos observadores estuvo
Shakur Stevenson, quien reconoció que esperaba ver más de Haney.
“Creo que simplemente necesita recuperar un poco más la confianza,” dijo Stevenson a varios periodistas.
“Si logra volver al 100% después de lo que le pasó, se le verá en una buena posición.”