Gervonta Davis es el temido “cuco” del boxeo, con un poder capaz de apagarle las luces a cualquiera. Pero no es el único que puede causar daño serio en el ring.
Shakur Stevenson no se vende como un noqueador nato. Hacer fallar al rival y luego castigarlo, esa es su verdadera especialidad. Sin embargo, el oriundo de Nueva Jersey no le teme al intercambio. Si algún día se enfrentara a Davis, el relato sería claro:
Stevenson tendría que boxear. Davis, presionar con potencia.
Puede que eso sea cierto. Aun así, Stevenson confía en que, si conecta una de sus izquierdas rectas en el momento justo, Davis (30-0-1, 28 KOs) podría tambalearse por todo el ring.
“Sí”, afirmó Stevenson en The Breakfast Club, al ser consultado si tiene poder suficiente para hacerle daño a Davis.
A donde sea que va, el nombre de Davis domina las conversaciones. A Stevenson no le molesta, pero preferiría que la atención esté puesta en
William Zepeda, su próximo rival.
Ambos tienen previsto enfrentarse en julio, en la ciudad de Nueva York. Si todo sale como está planeado, Davis será su próximo gran objetivo.
Es un combate que los fanáticos llevan tiempo esperando. Pero Stevenson no es el único con asuntos pendientes.
En su última aparición, Davis libró una verdadera guerra ante Lamont Roach en el Barclays Center de Brooklyn. El resultado: empate por decisión mayoritaria.
Stevenson (23-0, 11 KOs) presenció la pelea desde primera fila. Antes del primer campanazo, intuía que Roach tendría una buena actuación. Lo que sí lo sorprendió fue el castigo que logró propinar.
Roach tampoco es un golpeador temible. Sin embargo, al tener la pegada suficiente como para ganarse el respeto de Davis, Stevenson cree que su potencia podría generar el mismo efecto.
“Tienen que darse cuenta, sin faltarle el respeto a Lamont, ¿cuántos nocauts tiene? ¿Diez? Yo tengo once”, explicó Stevenson. “No estamos tan lejos y él logró lastimarlo un poco. Si él pudo hacerlo, yo también puedo.”