En un deporte donde sus peleadores hacen sus mejores imitaciones de pavos reales, hacen las declaraciones más audaces y presentan predicciones extravagantes, Sam Eggington podría ser la mayor excepción del boxeo.

Ha sido uno de los grandes entretenedores del boxeo británico dentro del ring durante la última década, pero fuera del cuadrilátero, Eggington admite que ni siquiera ve el deporte.

"Nunca fui de esos que se quedaban despiertos para ver a [Floyd] Mayweather ni nada de eso", le dice a The Ring. "No podría decirte".

El año pasado, llegó a estar tan frustrado con la forma en que iban las cosas que decidió retirarse brevemente tras una derrota por el título europeo del peso superwélter ante Abass Baraou (16-1, 9 nocauts). Eggington sintió que hizo lo suficiente para ganar esa pelea.

Añade: "Simplemente pensé: 'No me están haciendo ningún favor en las peleas cerradas'. No creo que haya recibido nunca el beneficio de la duda o el lado correcto de una pelea ajustada. La pelea con [Ted] Cheeseman fue otra que pensé que gané, la actuación fue increíble".

Con su récord ahora en 35-9, 20 nocauts, el boxeador de Birmingham sintió que cada combate 50-50 en el que participaba se inclinaba a favor de su oponente.

Así que era momento de probar algo diferente. Al menos por una semana.

"Fui a trabajar con mi hermano por un tiempo", dijo Eggington. "Estuvo bien, es lo que es. No había nada en marcha en ese momento, así que conseguí un trabajo con mi hermano. Estábamos limpiando casas para el ayuntamiento, no me molestaba en absoluto.

"Pero para ser justos, amigo, sé que la gente sigue diciendo 'Sam se fue y vivió una vida normal', pero hermano, estuve allí probablemente desde un martes hasta el miércoles siguiente. Apenas tuve un trabajo a tiempo completo. Fui a la entrevista, conseguí el trabajo, pero estuve allí un máximo de seis días. El trabajo estaba bien, pero solo estaba limpiando casas, amigo".

Jon Pegg, su entrenador de toda la vida, se puso en contacto con él para decirle que había una oportunidad de pelear en Canadá por el título superwélter de la IBO. Sukhdeep Singh Bhatti (19-1, 8 nocauts) sería el oponente. Todo lo que el indio tenía que hacer era vencer a su rival en la pelea por el título vacante antes de enfrentarse a Eggington.

Bhatti perdió por decisión unánime amplia y la oportunidad, que estaba programada para este mes, se esfumó.

Esa es la parte del boxeo que frustra a Eggington.

"Nunca he dicho ni querido ser un maldito campeón mundial invicto", dice. "Nunca ha sido mi camino ni lo que pensé que pasaría. Siempre supe que sería un trabajo duro con altibajos. Solo me presenté para ser un peleador de relleno, así que cualquier cosa más allá del título de Midlands era un extra.

"Solo quiero pelear, [las negociaciones con Bhatti] estuvieron en marcha durante mucho tiempo, unos 12 o 13 meses, pelea programada y luego cancelada, pelea programada y luego cancelada, lo organizamos, se suponía que él ganaría el título de la IBO, pero perdió y todo se fue al traste".

Pero no todo estaba perdido, ya que poco después surgió la pelea contra Lee Cutler (15-1, 7 nocauts) para Eggington. Ambos se enfrentarán en la cartelera previa al combate entre Ben Whittaker y Liam Cameron el 20 de abril, Domingo de Pascua.

Cutler es un peleador de acción y está entrenado por Josh Pritchard en el gimnasio de McGuigan. El boxeador de Bournemouth sorprendió en su última pelea al vencer al favorito Stephen McKenna, a quien incluso derribó.

Eggington no ha visto la pelea, como era de esperar.

Dijo: "No la vi, pero mientras haga lo que hago, estoy 100% seguro de que será una gran noche. No voy a cambiar mi estilo por nadie. Quien quiera ver al mejor Sam Eggington, eso es lo que pueden esperar esa noche, no voy a cambiar absolutamente nada por él.

"Siempre me aseguro en mis peleas de no hacer el ridículo. Una vez me atraparon contra Hassan Mwakinyo, cuando me golpeó temprano. Me entreno duro, 12 asaltos intensos, lanzaré tantos golpes en el duodécimo asalto como en el primero".

El futuro más allá de Cutler es incierto, pero Eggington quiere volver a ganar honores a nivel nacional.

"Me gustaría ganar el título británico otra vez, para ser honesto", admite el boxeador de 31 años. "Si Lee gana, buscará una oportunidad, así que tengo que arruinarle esos planes. Está vacante en este momento, así que me gustaría ganarlo. Pero si hay peleas más grandes por mejor dinero, entonces estoy allí, eso es un hecho".