Para la mayoría de los boxeadores, el objetivo es convertirse en campeón mundial. Esa meta les da un motivo para exigirse en los campos de entrenamiento, correr los kilómetros extra y alejarse de las tentaciones de la mala alimentación.

Pero, pese a hacer todo lo correcto, para la mayoría alcanzar la cima del deporte no es realista. Sin embargo, para Sadam Ali, todo su esfuerzo se materializó en forma del título mundial de la OMB en el peso superwélter (154 libras). Su victoria en 2017 sobre Miguel Cotto pudo haberlo puesto en el mapa, pero su reinado fue efímero.

Las cosas no salieron del todo bien para Ali desde aquella noche en el Madison Square Garden de Nueva York. Tras perder su cinturón ante Jaime Munguía en mayo de 2018, apenas sumó una victoria más antes de sufrir un nocaut técnico en el tercer asalto a manos de Anthony Young en 2019.

Eso parecía ser el final para el oriundo de Brooklyn. Pero algo curioso ocurrió: volvió la picazón.

Aunque han pasado seis años desde su última aparición sobre un ring, el boxeador de 36 años regresa este fin de semana en Detroit, Michigan, en el Wayne State Fieldhouse, frente a Cody Wilson.

Ali (27-3, 14 KOs) asegura que no le falta dinero. Sigue conduciendo autos de lujo y vistiendo ropa de diseñador. Sabe lo que se siente ser campeón.

Entonces, ¿por qué exactamente regresa? Su respuesta es obvia y sencilla.

“Soy un peleador”, dijo Ali a The Ring. “Esto es lo que hago.”

Wilson, un trotamundos de 31 años, ve esta pelea como su Super Bowl, pero Ali conoce bien cómo debería escribirse el guion. La pregunta es: ¿qué puede pasar después?

Al mirar alrededor de la división superwélter, Ali nota que el panorama es completamente diferente. Cotto se retiró hace tiempo, Munguía compite ahora en el supermediano y todos los actuales campeones apenas se están consolidando en la escena mundial.

En casa, cada vez que pasa frente a su vitrina de trofeos, se detiene y sonríe al ver el cinturón de la OMB que alguna vez sostuvo.

Sin embargo, el polvo comienza a acumularse sobre aquel recuerdo, y el trofeo luce algo solitario. Ali, aunque no se compromete abiertamente a perseguir otra faja, tampoco descarta una nueva carrera.

“Ya lo hice antes. Todo es posible”, afirmó. “Estoy abierto a casi cualquier cosa.”

No quiere ser irrespetuoso con su próximo rival. Antes de dejarse llevar por el sueño de otro campeonato, quiere mantener a Wilson como prioridad en su mente.

“Primero lo primero, tengo que ganar y lucir bien”, dijo Ali. “A partir de ahí veremos qué sucede.”