Ryan Garcia parecía un hombre nuevo en el escenario mientras él y Rolando Romero se enfrentaban cara a cara en una conferencia de prensa en Nueva York para promocionar su pelea del 2 de mayo.
El dúo peleará en el evento principal de una cartelera de tres combates organizada por Ring Magazine en asociación con SNK Games, los creadores de Fatal Fury: City of the Wolves, esta primavera en Times Square.
Garcia (24-1-1 NC, 20 nocauts) no ha subido al ring desde su polémica victoria por decisión unánime —posteriormente anulada como no contest debido a un resultado positivo en una prueba antidopaje— sobre Devin Haney el pasado abril en Brooklyn, Nueva York.
Se habló mucho sobre el estado mental de Garcia en la previa de su pelea contra Haney. El californiano bebió y fumó durante su campamento de entrenamiento y llegó con sobrepeso al combate antes de derribar a Haney en tres ocasiones camino a su victoria en las tarjetas.
La Comisión Atlética del Estado de Nueva York lo suspendió por un año tras su prueba fallida, la cual fue realizada por la Voluntary Anti-Doping Association (VADA).
Una revancha con Haney parece estar en el horizonte, pero ambos deben superar sus combates del 2 de mayo: Garcia enfrentará a su viejo rival Romero (16-2, 13 nocauts), mientras que Haney se medirá con José Ramírez.
Garcia declaró hoy en la conferencia de prensa en Nueva York: “Rolly y yo entrenamos juntos hace como ocho años, fue un sparring intenso, y él siguió usándolo para impulsar su carrera, pero no tengo ningún problema personal con él. Estoy aquí para hacer mi trabajo y asegurar la revancha con Devin. Tengo que estar en mi mejor forma porque él vendrá con todo.
Quiero ser grande, siempre he querido pelear contra los mejores. En cuanto a mis problemas fuera del ring, siempre he tenido esas dificultades, pero quiero demostrar que puedes volver de cualquier cosa.
Reconozco mis errores, quiero demostrar que soy un verdadero profesional. No quiero que nadie tome mis acciones de beber y fumar antes de una pelea y piense que eso es lo correcto para un boxeador profesional”.
Romero rechazó la sugerencia de Garcia de que esas historias de sparring fueron utilizadas para “ganar fama”.
Añadió: “Si estuviera buscando fama, él habría tenido fama en ese entonces, pero no tenía ninguna. Fue solo sparring, veremos la verdadera pelea en el ring, será una de las peleas más grandes en la historia de EE. UU., de eso estoy seguro.
Dije hace años que él y yo íbamos a pelear en el peso wélter. Hace mucho tiempo que superé las 140 y 135 libras. Ahora soy puro músculo”.