NUEVA YORK — Ryan García está abierto a una revancha que ahora podría tener más sentido.

Aunque visiblemente desanimado tras su pobre actuación del viernes por la noche ante Rolando “Rolly” Romero, García sabe que su derrota afectó directamente el atractivo comercial de su segunda pelea contra Devin Haney. Ambos ya habían firmado contrato para un combate de revancha en octubre, pero la sorpresiva derrota de García en el combate estelar de FATAL FURY: City of the Wolves en Times Square ha cambiado el panorama.

Romero, por su parte, no tiene obligación contractual de conceder una revancha, pero el interés del público en ver nuevamente ese enfrentamiento parece mayor que el de ver a García enfrentar otra vez a Haney.

“Lo que los fanáticos quieran,” dijo García en la conferencia de prensa posterior a la pelea. “Si quieren que vuelva a pelear con Rolly, hagámoslo. Si quieren que vaya directamente contra Devin, lo hacemos. Ya saben, los estilos hacen las peleas. Y sí, estoy dispuesto a enfrentar a cualquiera de los dos nuevamente.”

García, de 26 años, era favorito 11-1 sobre Romero según DraftKings. Sin embargo, el pegador de guardia ortodoxa (17-2, 13 KOs) lo derribó con un gancho de izquierda en el segundo asalto y luego lo superó con un boxeo más efectivo durante el resto del combate, logrando una sorpresiva victoria por decisión unánime.

Romero ganó 10 asaltos en la tarjeta de la jueza Waleska Roldán (118-109), mientras que Tony Paolillo (115-112) y Tom Schreck (115-112) le dieron siete asaltos al excampeón superligero de la AMB, quien había sido detenido en dos de sus últimas cuatro peleas por Gervonta “Tank” Davis e Isaac Cruz.

Haney (32-0, 15 KOs, 1 NC), por su parte, venció a José Ramírez (29-3, 18 KOs) en la coestelar del viernes con amplias ventajas en las tarjetas, pero tampoco convenció. Su estilo extremadamente precavido —su primera pelea desde que García lo derribó tres veces hace poco más de un año— dejó un mal sabor entre los fanáticos.

La combinación de la derrota de García y la falta de acción en la victoria de Haney hace que su revancha sea mucho más difícil de vender por PPV que su primer enfrentamiento.

Aunque García ganó esa pelea por decisión mayoritaria, el resultado fue cambiado a “no contest” después de que diera positivo por ostarina, una sustancia prohibida.

Además, la Comisión Atlética del Estado de Nueva York lo suspendió por un año y le impuso una multa de 1.2 millones de dólares.

Sea cual sea su próximo rival, García ya tiene claro que continuará en el peso wélter (147 libras). Haney y Ramírez pelearon en un peso pactado de 144 libras, y García no pudo marcar ni el límite de 140 para su pelea anterior, pesando 3.2 libras por encima.

“Sí, creo que me quedaré en peso wélter,” dijo García, quien peleó por primera vez como wélter en forma oficial el viernes. “No sentí mucha diferencia porque normalmente camino en 160 libras. Así que realmente no es tanta diferencia para mí. Pero hoy no me sentí nada bien, obviamente.

En cuanto a si me sentí diferente… tal vez un poco más lento por el peso. No sé, tal vez un poco más lento.”

Keith Idec es redactor sénior y columnista de The Ring. Puedes contactarlo en X: @idecboxing