Sam Noakes cree que su primera oportunidad mundialista llega en el momento justo.

El 22 de noviembre, el británico Noakes (17-0, 15 KOs) y el invicto estadounidense Abdullah Mason (19-0, 17 KOs) disputarán el vacante título ligero OMB en Ring IV, evento que se celebrará en Riad, Arabia Saudita, y será transmitido en vivo por DAZN.

El fajador de 28 años, oriundo de Kent, se hizo un nombre arrasando con la escena doméstica de las 135 libras, logrando 13 nocauts consecutivos y coleccionando los títulos británico, de la Commonwealth y europeo.

Conforme su estatus creció, Noakes aumentó su actividad, enlazando una pelea tras otra. En lugar de chocar con un muro al enfrentar a boxeadores con experiencia y resistencia, mostró otra faceta de su boxeo al superar al curtido Yvan Mendy en 12 asaltos en abril de 2024. Más tarde, exhibió un gran fondo físico y concentración al ir la distancia completa contra el durísimo Ryan Walsh.

Las exigencias de competir al más alto nivel dificultan mantener un calendario tan apretado, y Noakes solo ha peleado una vez este año mientras aguardaba la confirmación de su chance mundialista. Aun así, asegura que tanto él como su entrenador, Al Smith, han hecho la tarea y que está perfectamente ubicado para irrumpir en la élite.

“El año pasado, de diciembre de 2023 a diciembre de 2024, tuve cinco peleas y fue bastante ocupado. Me preparé para otro año activo y no salió del todo así”, dijo Noakes a The Ring.

“No puedo quejarme, ¿verdad? Voy a pelear por un título mundial a fin de año. Quizás no estuve activo en combates, pero he estado en el gimnasio, he hecho sparring.

“Nos hemos consolidado, sabemos lo que hacemos. Al lleva años en el negocio y sabe lo que hace. Francis [Warren, su mánager] igual. Todo ha funcionado.

“Me mantuve en mi camino, trabajando duro, y ahora se está viendo el fruto”.

Noakes es un púgil directo, sin rodeos dentro del ring, pero fuera de él es un personaje relajado y optimista. Nunca ha sido de llamar a rivales específicos, sino de enfocarse en la ruta hacia el título OMB.

Cuando tomó esa decisión, el campeón era el ucraniano Denys Berinchyk, que perdió el cetro ante Keyshawn Davis, despojado rápidamente tras dar cuatro libras de más en la báscula para su defensa contra Edwin De Los Santos en junio. Así, el cinturón quedó vacante y abrió la puerta al duelo con Mason.

“Sentía que estábamos trabajando poco a poco para llegar al puesto número uno. Una semana antes de que Keyshawn peleara, ya me habían colocado como N.º 1 y supimos que se acercaba”, explicó.

“Cuando falló el peso, fue como: ‘Vale, hagamos esto realidad’. Cuando lo ordenaron, todo se volvió más tangible.

“Si él hubiera seguido como campeón, hubiéramos ido a por esa pelea. Al final salió bien: el cinturón está vacante y ahora Abdullah y yo pelearemos por él.

“La gente me pregunta, ‘¿Cuál es tu plan? ¿Qué vas a hacer?’ Pero en el boxeo nunca se sabe. Todo puede cambiar de golpe: alguien falla el peso, alguien se lesiona. Es un momento emocionante”.