Rene Santiago produjo una sorprendente victoria al conseguir el título de peso junior mosca del CMB tras vencer por decisión unánime a Shokichi Iwata en el Ryogoku Kokugikan Arena de Tokio.

Las tarjetas de los jueces fueron 118-110, 117-111 y 116-112 a favor del puertorriqueño.

Una actuación magistral fuera de casa que comenzó con el dominio temprano de Iwata (14-2, 11 KOs), pero la historia de la pelea se volvió clara por las expresiones en los rostros y el lenguaje corporal de ambos peleadores al concluir su combate.

“Quiero agradecer a Dios y agradecer al país de Japón por recibirme. Estoy listo para llevar mi cinturón de vuelta a casa,” dijo Santiago (13-4, 9 KOs) en el ring después de la pelea.

“Estuve completamente preparado para este combate contra Iwata, teníamos un plan de pelea que ejecutamos a la perfección. Quiero descansar un buen rato y pensar en cuál es el siguiente paso, pero me encantaría regresar a Japón.”

El primer round vio a ambos hombres entrar al combate, con el campeón Iwata buscando establecer un dominio temprano al tomar el centro del ring. Fue el peleador local quien logró hacer el primer golpe, clavando un rápido uppercut de derecha, pero Santiago respondió con varios derechos propios. Quizás el primer round fue para Santiago.

Iwata, de Shibuya, dejó la cautela de lado en el segundo round, avanzando como un hombre poseído en busca de golpes poderosos que esperaría acortar la pelea temprano. Como resultado, Santiago tuvo la oportunidad de poner a prueba la resistencia de su oponente con su propia ofensiva hábil.

Continuando con su plan de avanzar y conectar a su antojo, Iwata tuvo su primer gran éxito en el tercer round al conectar un par de golpes al cuerpo. Y continuó ese ataque en el siguiente round, castigando al puertorriqueño con más golpes a su abdomen.

Las grietas comenzaron a aparecer para Santiago en el quinto round.

Iwata aumentó su intensidad y presión. El boxeo quedó fuera de la ecuación; todo lo que Iwata quería era sacar a su hombre del ring rápidamente, e incluso llegó a poner a Santiago contra las cuerdas por un momento.

Iwata volvió al cuerpo en los rounds intermedios. Con Santiago resistiendo la mayoría del castigo, era el momento de intentar desgastar al de 32 años. Pero Santiago no cedió.

La presión total de Iwata volvió a ser el orden del día en el séptimo. El de 29 años conectó un fuerte golpe de derecha para comenzar el round, pero Santiago, cambiando sutilmente a zurdo en un par de ocasiones, respondió con su propio y preciso ataque.

A pesar de todo su trabajo ofensivo hasta este punto, era el rostro de Iwata el que lucía más hinchado de los dos. Y antes del octavo round, el equipo de Santiago le dijo que cuatro rounds más de esto le asegurarían la victoria.

El octavo round mostró más trabajo sólido de boxeo por parte de Santiago. Revitalizado por las palabras de su esquina, se vio más ágil, esquivando y bloqueando los golpes de Iwata mientras conectaba algunos golpes a su dirección.

Era justo decir que Santiago encontró su ritmo de cara al último tercio de la pelea. Los ganchos de izquierda y los uppercuts aterrizaron para el visitante, y al entrar al noveno round, Iwata parecía el más cansado de los dos.

En un intento por animarse antes del noveno, Iwata golpeó sus guantes contra sus piernas dos veces; la sensación de que los cuatro rounds decisivos estaban por venir.

Pero fue la falta de paciencia lo que comenzó a deshacer el trabajo temprano de Iwata. Aunque apenas lo vimos en los primeros rounds, había descuidado por completo el jab más allá del quinto round.

Aunque Santiago tuvo otro buen round en el noveno, Iwata disfrutó de un éxito propio al conectar con un contragolpe de derecha por encima de su cabeza; el tipo de golpe que usualmente haría que la pelea cambiara de rumbo. Pero Santiago terminó el round más fuerte, conectando un rápido gancho de izquierda para mantener a su oponente honesto.

Para el décimo round, el patrón de la pelea se había asentado completamente y la historia estaba clara para que los jueces comenzaran a reflexionar. La primera mitad de la pelea tuvo a Iwata en control total. Pero a medida que se acercaban los rounds de campeonato, era Santiago quien parecía el hombre más fresco, tomando el control de la acción desde el séptimo round.

Iwata salió para el undécimo con un verdadero sentido de urgencia. Sus pies se aceleraron y sus manos comenzaron a conectar con Santiago como lo hicieron en los primeros rounds. Pero Santiago terminó el round fuerte nuevamente, conectando una hermosa combinación que terminó con un enorme golpe de derecha, el cual detuvo para admirar con un puño levantado al aire.

Con la pelea en la balanza, parecía que todo se decidiría en el duodécimo round. La presión del pie delantero de Iwata, tal vez sabiendo que necesitaba un nocaut, contra el movimiento y los contragolpes de Santiago, y finalmente todo iba a depender de lo que los jueces prefirieran, como suele ser el caso en el boxeo.

Al final, fue Santiago quien levantó la mano. La barrera del idioma era evidente, el visitante inicialmente pensó que Iwata había sido el ganador, pero al darse cuenta de lo que había logrado, celebró ruidosamente con su equipo en el ring.