Rahaman Ali, el hermano menor de Muhammad Ali y exboxeador profesional, ha fallecido a los 82 años, según anunció el sábado el Centro Muhammad Ali en Louisville, Kentucky.

Rahaman murió el viernes 1 de agosto. La causa de su muerte no fue revelada por el museo sin fines de lucro dedicado al ícono del boxeo. El Louisville Courier informó que Rahaman ingresó al hospital el 19 de julio y estuvo en cuidados paliativos.

“No se puede contar la historia de Muhammad sin mencionar a Rahaman”, dijo DeVone Holt, presidente y director ejecutivo del Centro Muhammad Ali. “Fue una de las fuentes de apoyo más constantes para Muhammad durante su carrera, y su relación fue un verdadero ejemplo de lo que significa ser ‘el guardián de mi hermano’”.

Rahaman nació como Rudolph Arnett Clay el 18 de julio de 1943 y era 18 meses menor que Muhammad. Luchó profesionalmente como peso pesado entre 1964 y 1972, y apareció varias veces en las carteleras donde peleaba Muhammad a lo largo de su carrera de 18 combates.

Rahaman debutó como profesional el 25 de febrero de 1964, la noche en que su hermano venció a Sonny Liston por el título mundial de los pesos pesados, y logró un récord de 14 victorias (7 nocauts), tres derrotas y un empate.

Después de alejarse del ring, Rahaman se convirtió en el mayor partidario de su hermano y a menudo se lo veía viajando y entrenando con Muhammad.

“Mi padre amaba profundamente a su hermano Rahaman”, dijo Laila Ali, hija de Muhammad y miembro del Salón de la Fama del Boxeo. “Ahora están de nuevo en los brazos de sus queridos padres. Que todos descansen juntos en paz eterna”.

Rahaman escribió un par de libros que documentan la historia de su familia.

"¡Ese es el hermano de Muhammad Ali! Mi vida en el cartel secundario" fue publicado en 2014. "Mi hermano, Muhammad Ali – La biografía definitiva" se publicó en 2019.

“Mi tío Rahaman, conocido cariñosamente como Rock, era un alma dulce y gentil con un corazón tan grande como el mundo”, escribió Hana Ali, hija de Muhammad, en una publicación de Instagram. “Tenía el mismo brillo en los ojos que tenía mi padre… esa misma luz, esa misma picardía, ese mismo amor.

“Fueron cercanos toda la vida, hermanos por sangre, pero amigos por elección. Incluso cuando eran niños, su vínculo era extraordinario. Mi padre amaba a su hermano como si fuera su propio hijo. Cuando Daddy tenía apenas cuatro o cinco años, y el tío Rock todavía era un bebé, se paraba protectora y firmemente a su lado. Cada vez que Mama Bird intentaba regañar a Rock, Daddy le agarraba la mano y decía: ‘No le pegues a mi bebé’. Ese amor protector nunca desapareció.

“Ahora mismo me los imagino reunidos en el cielo… jugando a vaqueros e indios con los palos de escoba que solían encontrar en el armario de Mama Bird y Papa Cash. Daddy siempre insistía en ser el vaquero, y Rock el indio.

“O tal vez estén de vuelta en uno de sus juegos favoritos, cuando Daddy convencía a Rock de lanzarle piedras de verdad para demostrar lo rápido que era esquivándolas.

“Sea lo que sea que estén haciendo allá arriba, sé que está lleno de alegría, risas y ese tipo de amor fraternal que ayudó a dar forma a nuestra familia.

“El tío Rock tenía un corazón de oro. Nunca necesitó el centro de atención para brillar, y creo que ahora, desde lo alto, él y Daddy forman parte de algo más grande… algo hermoso… algo destinado a ayudar a sanar este mundo roto”.