El combate entre los mexicanos de peso superligero, agresivos y con pegada demoledora, Óscar Duarte y Miguel Madueño, prometía ser un espectáculo explosivo con una gran cantidad de golpes de poder.

El guion se cumplió según lo previsto, hasta que Duarte fulminó a Madueño con un nocaut técnico en el séptimo asalto el sábado en el Honda Center de Anaheim, California, encabezando una cartelera de Golden Boy Promotions en DAZN.

Tras un inicio competitivo, Duarte (29-2-1, 23 nocauts) aumentó la presión con un letal gancho de izquierda y un ataque constante al cuerpo de Madueño (31-4-0, 28 nocauts), inclinando la balanza a su favor hasta concretar la victoria a los 2:09 del séptimo asalto en un combate pactado a 12.

“Miguel Madueño es un caballero y un peleador duro, pero esta noche fue nuestra noche”, dijo Duarte. “Para el cuarto asalto, sentí que realmente estaba sintiendo mis golpes. Sabía que eventualmente iba a caer. Quiero felicitar al árbitro por hacer un gran trabajo”.

La técnica quedó de lado desde la campana inicial y se desató una guerra en un electrizante intercambio de golpes con asaltos cerrados en el inicio. En los primeros tres asaltos, Duarte conectó 51 golpes contra 41 de Madueño, con 23 de ellos dirigidos al cuerpo.

En el cuarto asalto, el árbitro Thomas Taylor determinó que un choque accidental de cabezas provocó un corte en el puente de la nariz de Madueño. Apenas se reanudó la acción, Duarte lo aturdió momentáneamente con un gancho de izquierda contra las cuerdas y desató una ráfaga de golpes.

Duarte hizo más daño en el quinto, abriendo un corte en la ceja izquierda de Madueño, esta vez con un derechazo legítimo.

Madueño empezó a disminuir el ritmo en el sexto, y Duarte lo acorraló mientras la movilidad que mostró al inicio ya no era evidente.

Para el séptimo, Madueño estaba inmóvil contra las cuerdas, recibiendo una lluvia de golpes mientras asentía con resignación. Duarte lo llevó al centro del ring y lo estremeció con un potente derechazo. Una serie de golpes sin respuesta hizo tambalear a Madueño y obligó a Taylor a intervenir y detener la pelea.

Duarte conectó 149 de 447 golpes, mientras que Madueño acertó 89 de 430.

“Fue una actuación hermosa”, dijo el jefe de Golden Boy, Óscar De La Hoya. “Madueño es un verdadero guerrero. Puede recibir y lanzar golpes. Pero estoy más impresionado con Duarte... Está ahí. Está en la conversación con todos en las 140 libras. Creo que Duarte está listo para una pelea por el título mundial”.

Madueño aceptó el combate con solo 10 días de anticipación después de que el oponente original, Regis Prograis, dos veces campeón mundial de peso superligero, se viera obligado a retirarse debido a una lesión en el hombro.

Ni Duarte ni Madueño están clasificados en el top 10 de las 140 libras por The Ring, y de los cuatro principales organismos de sanción, solo la WBA tiene a Duarte en el top 15 en la posición número 8.

Duarte usó su plataforma para desafiar específicamente a su compañero de Golden Boy, Arnold Barboza Jr., quien ese mismo día venció a Jack Catterall por el título interino de peso welter junior de la WBO en el Reino Unido.

“Me estaba preparando para Prograis, y llegó otro rival. No importó. Estoy listo para cualquiera. Cualquier campeón, aquí estoy”, dijo Duarte.

El pupilo de Robert García ahora suma tres victorias consecutivas después de haber sido noqueado por Ryan García en 2023. Duarte venció el año pasado al excampeón Joseph Díaz Jr. y a Botirzhon Akhmedov.

Por su parte, Madueño ha perdido tres de sus últimas cuatro peleas. Venía de una derrota por decisión unánime en julio ante Keyshawn Davis, quien el viernes se convirtió en campeón de peso ligero de la WBO tras noquear a Denys Berinchyk.

Pero Duarte logró lo que Davis no pudo: destruir y detener a Madueño.