BELFAST, Irlanda del Norte — Sunny Edwards no puede evitar esbozar una sonrisa irónica.

Después de hablar de temas más joviales, posibles combates de exhibición y reflexiones ligeras con otros medios, se acomoda en el escenario y percibe lo que viene antes de que se le haga la primera pregunta.

"Es una buena pelea, sabemos cuáles son las fortalezas de Caoimhin: buen boxeador con juego de pies. Ishmael no puede dejar que se acomode en un ritmo cómodo, tiene que hacerlo trabajar duro desde el inicio. Si lo hace, creo que lo desarma y le rompe el corazón", le dice a The Ring.

El excampeón mundial mosca de la FIB de largo reinado ha asumido su rol de mánager, analista, second y más desde que se retiró después de que Galal Yafai lo desmantelara en seis sorprendentes asaltos durante su combate estelar en Birmingham el pasado noviembre.

Se lo tomó con humor cuando Ishmael Davis, a quien dirige, y el invicto Caoimhin Agyarko se encararon durante diez minutos en la conferencia de prensa final del jueves.

El jefe de Matchroom, Eddie Hearn, observó con gusto cómo generaban más expectación antes de que finalmente resolvieran su vieja rivalidad en el combate de respaldo principal de Lewis Crocker-Paddy Donovan 2, transmitido mundialmente por DAZN la noche del sábado.

Se espera una estruendosa atmósfera en Windsor Park con 19,000 espectadores, y aunque Agyarko (17-0, 7 nocauts) asume la mayor parte del riesgo, armado con una clasificación mundial No. 5 en la última actualización de la WBA, Edwards no está convencido del residente de Belfast.

"Está sufriendo una crisis de identidad en este momento", añade el excampeón mundial. "Esta es una buena pelea a nivel de clasificación mundial, pero tiene que entender que fue obligado a aceptarla. Contractualmente, al tomar la pelea con Ryan Kelly, quedó atado — le dijeron que sería contra Davis — y aun así intentó salirse.

"Cambiando los asaltos, pidiendo más dinero, 'no peleo si no salgo segundo, si no estoy primero en el cartel'... no consiguió nada de eso.

"Eres el lado b y Matchroom te dejó ir porque no aceptabas ninguna pelea, esa es la realidad. Rechazó a Troy [Williamson], intentó ir a Sky que no lo quiso, y volvió con el rabo entre las piernas.

"Venció a un Troy lesionado a partir del sexto asalto [en su pelea] y en cuanto lo conectaron con un golpe medio limpio, boxeó como si tuviera miedo. Volvió con los brazos abiertos pero Matchroom le dijo que se marchara."

Agyarko superó un inicio complicado para dominar a Ryan Kelly en la cartelera secundaria del Smith-Mathieu Germain a mediados de abril, entrando de reemplazo de último momento por un Davis lesionado.

Davis, que se sumergió en un entorno distinto con un viaje de dos meses a Estados Unidos para hacer sparring con varios contemporáneos de nivel mundial y experimentar diversos gimnasios en el extranjero, habrá sentido que la pausa forzada fue una bendición disfrazada.

A una semana de cumplirse un año completo de su frustrante derrota por decisión mayoritaria en 12 asaltos contra Josh Kelly, el paso adelante hacia Serhii Bohachuk que se avecinaba en Riad resultó humillante.

Agyarko aclaró su versión de la historia en lo que respecta a una propuesta de extensión promocional el mes pasado, aunque Edwards insistió en que este enfrentamiento es más que un simple choque de dos personalidades diferentes.

Edwards dice: "Ishmael está donde está hoy porque cuando suena el teléfono, él dice 'vamos allá'. Es un verdadero peleador, no lo hace solo por dinero. Cuando le presenté la pelea contra Serhii Bohachuk, me respondió: '¿quién soy yo para rechazar este tipo de oportunidades?' Solo de pensarlo se me pone la piel de gallina.

"No estaba dispuesto a perderse ninguna de estas peleas — solo peleas duras — ahora va otra vez al patio trasero de alguien más y no le importa."

Agyarko mide 1,80 m (5 pies 11 pulgadas), dos pulgadas más que Davis, y es visto como el hombre naturalmente más grande, habiendo hecho campaña durante mucho tiempo en un peso superior al del peleador de Leeds. Edwards se sorprendió gratamente por lo que vio cuando se enfrentaron cara a cara por primera vez.

"Me sorprende lo mucho más grande que se ve Davis", añadió Edwards. "Agyarko se ve delgado y demacrado, ni siquiera tan alto. Es una locura, pensé que habría ciertas ventajas pero no las hay cuando los ves uno al lado del otro. El plan es que Ishmael le haga el trabajo realmente difícil ahí dentro, obviamente en la división las oportunidades a nivel mundial pueden llegar [rápido], pero todavía es retador obligatorio al título británico.

"No hemos podido arrinconar a Sam Gilley para que pelee todavía, siempre hay una excusa. Tengo unas vacaciones reservadas, o no puedo en estas fechas, él quiere ganar el título británico de manera definitiva, tener una carrera adecuada y mantenerse activo, hemos visto que peleará contra cualquiera.

"Aceptó con 10 días de aviso contra uno de los pegadores más duros de la división, Bohachuk, ganó el primer asalto y después lo cazaron con un mazazo. Estuvo recibiendo golpes duros en cada asalto, no se dobló ni se fue a ningún lado y lo salvamos en la esquina para otro día. Ese día es el sábado."