La cotización de
Sam Goodman subió pese a la derrota, ya que el veterano contendiente supergallo se mostró a la altura durante 12 intensos asaltos frente al campeón pluma de la AMB,
Nick Ball, quien completó otra defensa exigente para sumar tres en 14 meses desde que conquistó el oro.
Ball lanzó considerablemente más golpes y conectó apenas a un ritmo superior en el global (240-220 en 12 asaltos), mientras que Goodman fue acreditado con una precisión 5,7 % mayor. El australiano también conectó 46,9 % de sus golpes de poder (136/290).
Las tarjetas de 117-111 y 118-110 no reflejaron del todo lo sucedido, mientras que el veredicto de 115-113 de Enrico Licini pareció más cercano, considerando la cantidad de asaltos muy disputados donde apenas hubo diferencia.
Ball superó en golpes conectados a Goodman en ocho de los 12 asaltos, por lo que si bien el resultado fue justo en un combate de “tira y afloja”, no sorprende que el británico de 28 años lamentara su actuación y hablara abiertamente de la necesidad de mejorar a medida que aumentan los desafíos en su reinado.