En 2024, Nick Ball asedió a los mejores pesos pluma del mundo.

En marzo, el boxeador de Liverpool tuvo que conformarse con un decepcionante empate a pesar de parecer dominar al entonces campeón del WBC, Rey Vargas, pero se recuperó para arrebatarle el cinturón de la WBA al talentoso estadounidense Ray Ford.

Ball, con récord de 21-0-1 (12 nocauts), realizó su primera defensa con éxito en octubre pasado al detener en diez asaltos al aguerrido Ronny Rios.

Su excelente racha y su estilo emocionante lo han colocado en la contienda para una futura súper pelea contra el astro libra por libra de Japón y campeón mundial en múltiples divisiones, Naoya Inoue.

El sábado por la noche, el británico de 28 años inicia su campaña de 2025 con una nueva defensa de su cinturón de la WBA ante el irlandés T.J. Doheny, 26-5 (20 nocauts).

La pelea se llevará a cabo en el M&S Bank Arena de Liverpool y será transmitida por TNT Sports.

El pasado septiembre, Doheny peleó contra Inoue en Tokio y, aunque se desempeñó relativamente bien, estaba bajo presión cuando decidió retirarse temprano en el séptimo asalto alegando una lesión en la espalda.

Desde fuera, parece que el equipo de Ball ha seleccionado inteligentemente al excampeón supergallo de la IBF con la mirada puesta en una futura pelea contra Inoue.

Si Ball logra hacer un trabajo más contundente contra el veterano zurdo de 38 años que el que hizo Inoue, se añadirá otro capítulo interesante a la historia que se está tejiendo entre ambos.

El directo y sin rodeos Ball no ha prestado demasiada atención a lo que podría suceder después de este sábado.

"Yo peleo contra quien me digan", dijo Ball durante el programa Behind The Grind de Queensberry. "Contra quien me pongan enfrente, quien esté en mi camino, simplemente llego, peleo y lo aparto del camino".

En diciembre, Ball y Doheny se vieron las caras en la rueda de prensa de lanzamiento de la pelea.

Claramente molesto por la sugerencia de Ball de que había tomado la vía fácil contra Inoue, Doheny dejó claro que buscará hacerlo pagar por sus palabras.

Ball prefiere hablar con sus puños, pero tampoco es de los que se retractan o matizan sus declaraciones cuando enfrenta cara a cara a un oponente.

Puede entender por qué Doheny se sintió ofendido por sus comentarios, pero no es algo que le preocupe demasiado.

"Algunos peleadores necesitan encenderse en las ruedas de prensa para motivarse para la pelea, tal vez eso es lo que tiene que hacer", dijo.

"Siento que se rindió, como dije. No voy a retractarme de eso. Recibió un golpe al cuerpo, cayó y luego dijo algo sobre su espalda, lo que sea. Para mí, eso es rendirse".

"Solo se lo pondrá peor a sí mismo [hablando]. Tengo la mira puesta en destrozarlo y sacarlo del camino".