Nick Ball es un hombre de acción más que de palabras.

Los aproximadamente 45 minutos que el campeón de peso pluma de la AMB pasó en el ring con TJ Doheny el sábado por la noche le dieron al boxeador de Liverpool, de 28 años, un descanso bienvenido de una interminable y tediosa serie de preguntas sobre el campeón indiscutido y de la revista Ring en el peso súper gallo, Naoya Inoue.

En septiembre pasado, el excampeón de la FIB en el peso súper gallo, Doheny (26-6, 20 nocauts), se enfrentó a Inoue y tuvo un desempeño aceptable antes de retirarse temprano en el séptimo asalto, citando una lesión en la espalda.

La defensa del título de Ball (22-0-1, 13 nocauts) el sábado por la noche le brindó la oportunidad perfecta para superar la actuación de Inoue y reforzar su argumento de que él debería ser quien le dé la bienvenida al astro japonés cuando inevitablemente suba a las 126 libras.

A medida que avanzaba la semana de la pelea, Ball cerró pacientemente cada mención sobre un posible enfrentamiento con un boxeador que ni siquiera está en su división de peso, prefiriendo concentrarse en la tarea que tenía por delante.

Tan pronto como salió del ring después de diez asaltos de desgaste contra el excepcionalmente resistente irlandés, las preguntas comenzaron de nuevo.

Con su trabajo contra Doheny ya terminado y con una segunda defensa exitosa del título en su haber, el número 3 del ranking de peso pluma de The Ring parecía mucho más dispuesto a abordar el tema.

“Sí, Inoue, de quien todos están hablando para que yo lo enfrente”, dijo a Queensberry cuando le preguntaron si sabía quién había sido el único otro boxeador en detener a Doheny.

“Creo que sería una gran pelea. Él entra al ring y empuja a todos hacia atrás, al igual que yo, pero no le permitiré hacerlo cuando esté conmigo en el cuadrilátero, y lo demostraré.

“No tiene sentido decirlo ahora frente a las cámaras. Como siempre he dicho desde el primer día, la única forma de saberlo es haciendo la pelea, así que hagámoslo realidad.”