Normalmente, hay una especie de sacrificio. A mayor nivel de competencia, menor actividad para el boxeador.
Los fanáticos lo detestan y los analistas lo consideran frustrante. Incluso los propios peleadores lo reconocen como algo exasperante. Sin embargo, por la razón que sea, así suele ser.
Jesse "Bam" Rodríguez ha logrado desafiar esa norma, enfrentándose de forma constante a rivales de primer nivel.
Ya casi llegamos al ecuador de 2025 y, sin embargo, Rodríguez aún no ha cruzado las cuerdas este año. Esto se debe a que, a diferencia de otras ocasiones, las negociaciones para su próxima pelea tuvieron algunos obstáculos. Cualesquiera que hayan sido esos inconvenientes, Rodríguez y su equipo los superaron.
“Me siento genial”, declaró Rodríguez a The Ring. “Estoy feliz de volver al ruedo”.
Cafu, de 26 años, viene en buena racha, habiendo noqueado a cuatro de sus últimos siete rivales. A pesar de su poder de definición, el sudafricano aún no tiene el reconocimiento que posee Rodríguez (21-0, 14 KOs).
A pesar de su juventud, en términos de experiencia en el ring, Rodríguez ya es prácticamente un veterano. En apenas su decimoquinta y decimosexta pelea profesional, despachó a dos excampeones mundiales como Carlos
Cuadras y Srisaket
Sor Rungvisai. Incluso
Juan Francisco Estrada —considerado por muchos como superior a ambos en la historia del boxeo— no tuvo mayores opciones, cayendo por nocaut técnico en el octavo asalto en junio de 2024.
Tras haber enfrentado a tres posibles futuros miembros del Salón de la Fama, sería comprensible que Rodríguez bajara un poco la guardia o se relajara. Pero para quienes esperan una actuación apagada por falta de motivación, "Bam" tiene un mensaje claro: se equivocan.
“Sé lo que está en juego, y él [Cafu] también es campeón mundial”, afirmó Rodríguez. “Ese tipo de peleas son las que me encienden al 100%”.