Después de dominar y vencer por puntos al irlandés Gary Cully en Montecarlo el pasado diciembre, Maxi Hughes, 28-7-2 (6 nocauts), comenzó a buscar un oponente que le ayudara a mantener su impulso en esta etapa tardía de su carrera y lo acercara nuevamente a una pelea por un título mundial importante.

Las conversaciones sobre un combate con el excelente cubano Andy Cruz se desvanecieron, mientras que Josh Padley firmó un acuerdo promocional con Matchroom y tomará un camino diferente después de su valiente esfuerzo de último minuto contra el campeón de peso ligero del WBC, Shakur Stevenson, en Riad, Arabia Saudita, hace dos semanas.

Finalmente, Archie Sharp, 25-1 (9 nocauts), respondió al llamado y se enfrentará a Hughes en el evento al aire libre de GBM en el Keepmoat Stadium de Doncaster Rovers el 23 de mayo. El evento será televisado por DAZN.

Después de pasar años en los primeros puestos del ranking superpluma de la WBO, Sharp perdió su última pelea cuando el actual campeón europeo de las 130 libras, Ryan Garner, lo venció en julio pasado. Sin embargo, el boxeador de 29 años había sufrido por la inactividad.

Tras recuperar ritmo, Sharp dará el salto al peso ligero para enfrentarse a Hughes, pero debería sentirse más cómodo en las 135 libras en esta etapa de su carrera.

Hughes podría haber elegido a cualquier oponente para la fecha, pero el boxeador de 35 años, oriundo de Yorkshire, optó por alguien que tiene mucho que demostrar.

“Dije que necesitaba a alguien que me diera ese fuego”, afirmó Hughes.

“La oferta se hizo a varias personas, pero Archie aceptó de inmediato. Sé que está subiendo al peso ligero, pero fue número uno con la WBO. Estuvo en conversaciones con Shakur [Stevenson], [Emanuel] Navarrete. Se ha hablado de él y ha estado en negociaciones con ellos, así que ha estado en ese nivel y probablemente siente que aún tiene que demostrar su valía, y eso es lo que queremos.

“Eso es lo que los fanáticos quieren y lo que necesito como peleador. Alguien que venga y me exija, lo que sacará lo mejor de mí”.

Hughes siempre fue un boxeador respetado, pero en los últimos cinco años ha elevado su nivel de manera impresionante.

En julio de 2023, perdió su título de peso ligero de la IBO ante el excampeón unificado George Kambosos en una controversial decisión mayoritaria. Sin embargo, el único hombre que lo ha vencido de manera concluyente en sus últimas 11 peleas es el peligroso mexicano William Zepeda, en marzo pasado.

Hughes enfrentó serios problemas de visa en las dos semanas previas a esa pelea, lo que hizo que su desafío fuera aún más complicado. En un momento, fue deportado y enviado de regreso al Reino Unido después de aterrizar en Las Vegas con la documentación incorrecta. Finalmente, fue detenido en el cuarto asalto de la eliminatoria por el título mundial.

Se recuperó bien y demostró nuevamente estar por encima del nivel británico al dominar a Cully en Mónaco.

La suerte de Hughes cambió cuando comenzó a trabajar con Sean O’Hagan, padre y entrenador del dos veces campeón mundial de peso pluma Josh Warrington. Poco a poco, los éxitos han cambiado su mentalidad.

“Nunca creí del todo en mí mismo, pero ahora es lo contrario”, comentó. “No me sobrevaloro, pero tengo mucha confianza en mi habilidad solo por lo que he logrado. He ido a Estados Unidos un par de veces, a Mónaco, y he sido el desfavorecido muchas veces y he salido victorioso, así que eso obviamente me da una gran confianza.

“La forma en que veo a otros boxeadores ha cambiado. Antes los ponía en un pedestal, pero ahora los veo como iguales o por debajo de mí. Necesito esa mentalidad, así es como funciono y creo que eso me ha permitido seguir compitiendo al máximo nivel. No siento que me vea o me desempeñe como un boxeador de 35 años”.