Ser visto como el hombre del saco de cualquier división es un honor. En términos sencillos, significa que eres el rey no coronado, el hombre al que nadie quiere enfrentar y, posiblemente, el mejor peleador del momento.

Martin Bakole se ganó ese apodo. Siempre ha sido impresionante a lo largo de su carrera, pero una victoria por nocaut en el quinto asalto sobre Jared Anderson en 2024 lo llevó al siguiente nivel en la mente de muchos.

Sin embargo, este pasado fin de semana, su reputación pudo haber sufrido un golpe. Aunque solo tuvo 48 horas y, por supuesto, cero tiempo para prepararse, Bakole aceptó enfrentar a Joseph Parker. Si bien no era lo ideal, innumerables fanáticos y peleadores creían que podía lograrlo. Al final, se equivocaron.

La noche de Bakole fue lo peor que podía haber sido. Tras un primer asalto relativamente parejo, el púgil de 33 años fue brutalmente detenido en el segundo. Ahora, los rumores sobre su vulnerabilidad se han esparcido rápidamente. No obstante, para aquellos que creen que ya no debe ser temido, Bakole piensa lo contrario.

"Sigo siendo el hombre del saco", dijo Bakole a Seconds Out inmediatamente después.

Hubo cierta ironía en la forma en que ocurrieron los hechos. Momentos antes de caer a la lona, Parker (36-3, 24 nocauts) conectó un derechazo perfecto. Una vez que el golpe impactó, Bakole se detuvo, sacudió la cabeza y siguió avanzando. Segundos después, otro golpe lo envió al suelo.

Las críticas que han surgido no tienen mucho sentido para Bakole. No solo no tuvo tiempo para prepararse, sino que también quiere que todos observen más detenidamente cómo sucedió todo. No llegó a llamarlo un golpe de suerte, pero sí reveló que fue un tipo de golpe difícil de defender.

"El golpe vino de la nada. Esto le pasa a todos", agregó.