LAS VEGAS – Si Mario Barrios boxeó con demasiada cautela el sábado por la noche para tu gusto, él recordó a los fanáticos insatisfechos por qué lo hizo durante su conferencia de prensa posterior a la pelea.

El campeón wélter del CMB se mantuvo consciente del poder de Manny Pacquiao desde la campana inicial hasta la campana final en una contienda competitiva que terminó en un empate mayoritario en el MGM Grand Garden Arena. Barrios se dio cuenta rápidamente, durante su pelea por el título a 12 asaltos en el peso de 147 libras, de que no estaba enfrentando a lo que la mayoría esperaría de un oponente de 46 años que no había peleado desde agosto de 2021.

Pacquiao demostró lo que sus entrenadores, Freddie Roach y Justin Fortune, habían dicho a cualquiera que quisiera escucharlo: que esta versión del campeón en ocho divisiones se comparaba favorablemente con el rápido y fuerte zurdo que derrotó al entonces invicto Keith Thurman por decisión dividida casi exactamente seis años antes en el mismo MGM Grand Garden Arena.

“No se trataba necesariamente de respeto,” dijo Barrios. “Era simplemente que, ya sabes, todavía tiene mucha pegada. Para su edad, fue muy explosivo, muy mañoso, y yo simplemente no quería cometer un error lanzando un golpe en el que no estuviera completamente seguro.”

El poder de Pacquiao impidió que un cauteloso Barrios tomara riesgos que él consideraba innecesarios.

Si un boxeador 16 años más joven y quince centímetros más alto que Pacquiao hubiera presionado más la acción, el Barrios de 1.83 metros podría haber ganado por decisión unánime o incluso haber lastimado a Pacquiao. Pero, al mismo tiempo, el oriundo de San Antonio también pudo haber sido noqueado.

Al boxear más que golpear, Barrios (29-2-2, 18 nocauts) solo pudo obtener su segundo empate consecutivo.

Ninguno de los jueces vio como ganador al filipino Pacquiao en el evento principal de Premier Boxing Champions en pago por evento, para la decepción de un público claramente a favor de Pacquiao que aplaudió cada golpe del filipino, incluso los que no conectaron. Pacquiao (62-8-3, 39 nocauts) declaró en su propia conferencia de prensa posterior a la pelea que debió haber sido acreditado con la victoria en ocho asaltos.

El juez Max De Luca puntuó la pelea 115-113 a favor de Barrios, mientras que Tim Cheatham y Steve Weisfeld marcaron la primera pelea de Pacquiao en casi cuatro años como empate, 114-114 cada uno.

Barrios obviamente no estuvo de acuerdo con la evaluación de Pacquiao sobre las tarjetas. Sin embargo, el campeón de 30 años elogió a Pacquiao por su capacidad para competir a nivel de campeonato a una edad tan avanzada y dio la bienvenida a una revancha inmediata.

“Me preparé para el mejor Pacquiao,” dijo Barrios. “Pero aún sigue siendo mañoso en el ring, tiene muchísima experiencia y lo demostró esta noche. Fue una gran experiencia de aprendizaje para mí. Estoy orgulloso de todo lo que logré.”