LAS VEGAS — La legendaria carrera de
Manny Pacquiao derrotando a grandes nombres comenzó cuando detuvo a Marco Antonio Barrera en el Alamodome de San Antonio en 2003.
Pero fue en 2001 cuando el entonces desconocido asesino del cuadrilátero, originario de la provincia de Sarangani en Filipinas, hizo su debut en Estados Unidos frente a Lehlo Ledwaba, noqueando al sudafricano por el título mundial del peso supergallo en una cartelera secundaria del evento de pago por visión encabezado por Óscar De La Hoya en el MGM Grand de Las Vegas.
Veinticuatro años después, a sus 46 años, el recorrido de Pacquiao cierra el círculo cuando regrese al mismo escenario donde comenzó a forjar su leyenda. El próximo 19 de julio, se enfrentará al oriundo de San Antonio,
Mario Barrios (29-2-1, 18 KOs), como pelea estelar de una velada de Premier Boxing Champions (PBC) transmitida por Prime Video en PPV.
«Es un campeón y un tipo duro, pero estoy acostumbrado a enfrentarme a rivales más grandes y altos. Me encantan los desafíos», declaró Pacquiao a
The Ring. «Haré todo lo posible por ganar por nocaut. Pero no podemos subestimarlo».
El recién nombrado miembro del Salón de la Fama, Pacquiao (62-8-2, 39 KOs), hizo un repaso por sus años de gloria y destacó como sus victorias más significativas las conseguidas frente a Barrera (dos veces), Erik Morales (dos triunfos y una derrota), Juan Manuel Márquez (dos victorias, una derrota y un empate), Óscar De La Hoya, Miguel Cotto y Antonio Margarito.
«Nadie me conocía antes de la pelea contra Barrera», recordó Pacquiao.
El campeón mundial en ocho divisiones también suma victorias sobre otros miembros del Salón de la Fama como Timothy Bradley (dos victorias y una derrota), Ricky Hatton y Shane Mosley, además de excampeones mundiales como Keith Thurman, Adrien Broner, Lucas Matthysse, Jessie Vargas, Chris Algieri y Brandon Ríos.
A pesar de haber protagonizado en 2015 la pelea más lucrativa en la historia del boxeo —una derrota por decisión unánime ante Floyd Mayweather Jr.— y haber acumulado más de 550 millones de dólares a lo largo de su carrera,
Pacquiao continúa entrenando como aquel joven sin recursos que creció en las calles de Filipinas.
«Siento el mismo hambre en los entrenamientos, pero noto el cambio en la recuperación física», explicó. «A veces hay que parar y dejar que el cuerpo se recupere después de sesiones intensas. Pero el esfuerzo sigue presente. La disciplina sigue intacta».
Con una línea de apuestas de +275, Pacquiao parte como el claro no favorito, pero si logra imponerse a Barrios, se convertiría en el segundo campeón más veterano en la historia del boxeo.
«Recuerden, en el boxeo, la velocidad es la clave», sentenció Pacquiao. «Si yo fuera lento, lo aceptaría y dejaría el boxeo».
Manouk Akopyan es redactor principal de The Ring. Síguelo en X e Instagram: @ManoukAkopyan