Alejandro González llegó de la manera difícil en el notorio circuito mexicano, tomando algunas derrotas en el camino, pero mejorando y endureciéndose antes de sorprender al invicto campeón WBC de peso pluma Kevin Kelley en un intercambio a principios de 1995.
González nació y creció en Guadalajara, México, el 11 de agosto de 1973. Sus comienzos fueron muy típicos para un joven boxeador mexicano.
"Tuve una infancia bonita, pero éramos 5 hermanos y casi no teníamos dinero," dijo González a The Ring. "Vi cómo mis papás luchaban.
"Le prometí a mi mamá que cuando me hiciera campeón mundial, le iba a comprar una casa y fue lo primero que le di gracias al boxeo."
El boxeo no fue su primer amor, aunque lo practicó desde joven.
"Jugaba fútbol, y era buen jugador, jugaban sucio y [me] cometían muchas faltas durante el partido y eso me molestaba y me metía en peleas," recordó. "Mi carrera [en el boxeo] empezó como un juego. Era futbolista del barrio, me ponía los guantes con mis amigos y así comenzó mi carrera."
Su carrera amateur fue relativamente corta, pero aprendió mucho en el gimnasio.
"Tuve 34 peleas amateurs, solo perdí una," dijo. "Peleé con tipos más grandes porque nadie quería pelear conmigo.
"Entrené con tipos experimentados de Guadalajara. ‘Chatito’ Jauregui [un futuro campeón mundial] de peso ligero con Willy Salazar, un [futuro retador mundial y] campeón nacional."
González se hizo profesional en abril de 1988, a la temprana edad de 14 años, como peso mosca junior.
Perdió su tercera pelea, pero consiguió varias victorias, incluyendo una pelea a 10 rondas en su sexta salida que le pagó una bolsa de 1200 pesos [aproximadamente $64 USD]. Más tarde ganó el título estatal de Jalisco en peso gallo a los 16 años.
El joven perdió su siguiente pelea contra Josefino Suárez, quien más tarde peleó por dos versiones del título de peso gallo.
Aún siendo un adolescente, ya peleaba a nivel de 10 rondas y continuó ganando un cinturón regional WBC, lo que lo puso en camino para una pelea por el título mundial.
Sin embargo, aún necesitaba experiencia, y la adquirió con cuatro defensas, mezcladas con otras peleas no titular. Fue muy activo peleando cinco veces en 1992 y 1993 y cuatro veces en 1994.
"Querían probarme con un ex campeón mundial y un eliminatorio mundial, y me trajeron a [el ex campeón WBA de peso gallo Luisito] Espinoza y pasé la prueba," dijo González, quien lo hizo con facilidad, deteniendo al filipino en dos rondas.
"Pedí un eliminatorio con [César] Soto y fui a su casa y lo vencí y me convertí en el No. 1 [con el WBC]."
González aseguró una pelea con el muy respetado campeón WBC, Kevin Kelley. Los dos se enfrentaron en HBO frente a 8,000 fanáticos en San Antonio, Texas, en enero de 1995.
"Me preparé para Kelley desde agosto [de 1994] e hice una pelea de preparación con un zurdo y me preparé con todos los zurdos y eso lo hizo mucho más fácil y mejor," dijo. "Él era un monstruo; tenía 41-0 con 28 nocauts y yo tenía 34-2. Era prácticamente un niño contra un adulto.
"Kelley me ofendió porque me dijo que iba a correr como una gallina. Dijo que tenía más respeto por Cobra Soto que por Cobrita González y le dije que se comería sus palabras y así fue."
Los dos libraron una guerra. Ambos tuvieron momentos, pero el retador parecía estar adelante y afirmó su posición en la pelea derribando a Kelley en el round 6. El campeón no se iba a dejar y respondió con su propio derribo en el round 8. Sin embargo, el daño en Kelley seguía aumentando y, al concluir el round 10, el rincón de Kelley detuvo la pelea debido a que ambos ojos del campeón defensor se habían cerrado por la hinchazón.
Mucho antes de que Guadalajara fuera dominada por la manía de Canelo, celebraba el gran triunfo de González.
"No quería salir a cenar, estaba muy cansado, pero el mariachi me revivió y vino a sacarme de la habitación con la canción, 'Guadalajara, Guadalajara', que me dio las fuerzas para salir y celebrar ese gran logro," recordó. "[Cuando llegué] a casa, la gente de Guadalajara me esperaba con el mariachi en el aeropuerto, estaba lleno de seguidores.
"Me emocioné al ver a la gente que vino a darme la bienvenida. El aeropuerto estaba lleno y fue un sueño."
González no perdió tiempo y regresó a finales de marzo contra el ex campeón de peso supergallo Louie Espinoza en Arrowhead Pond, en Anaheim, California.
"Él era No. 10 en el mundo y tenía experiencia," dijo González. "Era duro, pegaba muy fuerte, pero logré vencerlo por decisión unánime."
González hizo su segunda defensa contra el resistente nativo de Filadelfia Tony Green en Foxwoods, Mashantucket, Connecticut en junio de 1995.
"Con Green fue personal," dijo González. "Me dijo que yo era un niño y que me iba a dar problemas. Podría haberlo noqueado antes [del round 9] pero quería castigarlo."
Lo que vino después fue algo sorprendente. González se dirigió a Sacramento y se enfrentó a Manuel Medina en septiembre de 1995.
"Con Medina me descuidé," admitió. "Medina me ganó por suerte, la verdad es que hay mucha historia sobre esa pelea, cambiaron a mi oponente tres semanas antes de la pelea. [Se suponía que iba a enfrentar] a Héctor Lizárraga, si no recuerdo mal. Me estaba preparando para un peleador fuerte, no para una gallina que corre.
"No lo estaba haciendo bien. Perdí mucho peso, pero gracias a Dios no se puso peor. Siento que no gané."
Medina luego perdió el título tres meses después contra el ex víctima de González, Espinoza. Esto llevó al equipo de González a traer al filipino a Guadalajara en marzo de 1996.
"La segunda vez no niego que me ganó," admitió González. "Era bueno, pero el peso me venció. Perdí mucho peso para pelear con Espinoza por segunda vez. Le dije [a mi equipo] antes de salir a pelear que iba a luchar para conseguir el nocaut porque me sentía débil y tomé muchos riesgos y [él] conectó [con un buen golpe], pero si hubiera estado en el peso adecuado, lo habría noqueado como la primera vez."
González peleó una vez en el otoño antes de tomarse casi tres años de descanso.
"Me enojé y quise tomar un descanso," dijo. "Estaba bebiendo mucho y usaba drogas. Cuando regresé, estaba limpio nuevamente."
Regresó en peso ligero en noviembre de 1996 y siguió consiguiendo victorias contra rivales como el joven Steve Forbes (MD 12), el veterano Frankie Warren (TKO 11) y el entonces desconocido futuro campeón de dos divisiones Orlando Salido (MD 10). El mexicano fue derrotado por Stevie Johnston (MD 12) pero venció a John Brown (MD 10).
"Cobrita" había esperado conseguir una oportunidad por el título contra Floyd Mayweather Jr. o Manny Pacquiao, pero nunca se concretó.
"Me retiré muy joven (a los 29) porque me ofrecieron peleas difíciles y no tenía dinero," dijo. "Incluso iba a pelear con Pacquiao en 2004 o 2005, pero por la miserable cantidad de $6,000."
Desde su retiro, González (49-5-1, 33 nocauts) ha trabajado para ayudar a otros a seguir sus pasos.
"Tengo un gimnasio llamado Olímpico Cobrita González y me dedico a crear campeones," dijo. "[Javier] 'Chatito' Jauregui, [Oscar] 'Chololo' Larios, [Ulises] 'Archie' Solís, Jorge Solís [son] entre otros [que han entrenado en mi gimnasio]."
Trágicamente, la vida lo ha golpeado más fuerte fuera del ring que dentro de él. Ha perdido dos de sus hijos, quienes fueron asesinados, y su esposa debido al COVID-19.
González, ahora de 51 años, aún vive en Guadalajara y tiene dos hijos.
Amablemente, se tomó el tiempo para hablar con The Ring sobre lo mejor que enfrentó en 10 categorías clave.
MEJOR JAB
Kevin Kelley: "Su jab era muy rápido. Lo estudié por más de un año, haciendo sparring con peleadores similares con jabs fuertes y rápidos y logré dominarlo."
MEJOR DEFENSA
Manuel Medina: "Muy esquivo, no quería la pelea en la distancia corta cuando estábamos cerca."
MEJOR VELOCIDAD DE MANOS
Kelley: "Muy rápido y zurdo, difícil de descifrar."
MEJOR TRABAJO DE PIES
Kelley: "Kelley era el mejor porque era completamente rápido, golpeaba fuerte. Tenía que golpearle al cuerpo para quitarle su velocidad, etc."
MÁS INTELIGENTE
Kelley: "Podía hacer ajustes durante la pelea."
MÁS FUERTE
Kelley: "Kelley y Orlando Salido. Kelley era fuerte para mí. Sentí como si hubiera pasado por una máquina de asalto en esa pelea."
MEJOR MANDÍBULA
Antonio Hernández: "Monito Hernández podía soportar muchos buenos golpes en la mandíbula."
MEJOR PEGADOR
Kelley: "Él ya era un adulto de 28 años, y yo tenía 21 y aún no era tan grande, él era un hombre y yo un joven."
MEJOR HABILIDAD DE BOXEO
Kelley: "Su velocidad y sus golpes eran muy fuertes."
MEJOR EN GENERAL
Kelley: "Kelley era un boxeador completo libra por libra en ese momento en que peleamos."
Mauricio González ayudó a traducir este artículo. The Ring agradece su asistencia.
Las preguntas y/o comentarios pueden enviarse a Anson a elraincoat@live.co.uk y puedes seguirlo en Twitter @AnsonWainwr1ght