Liam Smith está ansioso por mostrarle a la nueva generación lo que realmente se necesita para llegar a la cima, cuando se enfrente este sábado al invicto Aaron McKenna.

En los últimos años, el excampeón mundial superwélter de la OMB, hoy con 36 años, ha sido protagonista de una prolongada rivalidad con Chris Eubank Jr. y se le ha vinculado con peleas ante nombres como Kell Brook, todos pugilistas de su misma era.

La última vez que un joven intentó hacerse un nombre a su costa, Smith despachó sin miramientos a su rival de ciudad, Anthony Fowler, en ocho asaltos cargados de tensión, en 2021. Y prevé un escenario similar este sábado, cuando se mida a McKenna (19-0, 10 KOs) en peso mediano en el Tottenham Hotspur Stadium, en un evento transmitido en vivo por DAZN PPV.

“Sí, no es el mismo tipo de pelea, pero sí el mismo desenlace. Definitivamente,” comentó Smith (33-4-1, 20 KOs) a The Ring.

“Siento que me vienen haciendo las mismas preguntas desde hace cinco o seis años, tal vez más. Lo mismo pasó antes de la pelea con Fowler, incluso antes de las peleas con Liam Williams, aunque ya había sido campeón del mundo. Durante la semana de pelea volverán las mismas preguntas: ‘¿Ya llegaste a tu techo?’ ‘¿Todavía lo tienes?’... blah, blah.”

En febrero, su hermano Callum Smith demostró que aún le queda mucho por dar al vencer al hasta entonces invicto Joshua Buatsi en una de las peleas del año, y Liam busca seguir su ejemplo.

“A Callum le preguntaron lo mismo. Si esa pelea no respondió a las dudas sobre su deseo de seguir, no sé qué lo haría. Y siento que yo estoy en la misma situación.”

Smith es un competidor nato, y no le ha faltado motivación para este compromiso. McKenna ha dejado claro que eligió enfrentarlo a él en lugar de pelear por un título mundial ante el campeón unificado del peso mediano, Janibek Alimkhanuly. Si eso no fuera suficiente para encender su fuego interno, Smith también sabe que una victoria lo volvería a colocar en el radar de grandes nombres a los que aún siente que puede vencer.

Además, tiene una cuenta pendiente: borrar la imagen de la que él mismo describe como una actuación irreconocible en su revancha ante Chris Eubank Jr.

En enero de 2023, Smith dominó y noqueó a Eubank Jr en cuatro asaltos, pero para la revancha arrastraba una lesión en la espalda y tuvo que forzarse para dar el peso. Fue detenido en el décimo asalto y no ha vuelto a pelear desde entonces.

Los que han seguido su carrera saben que Smith nunca ha sido de los que se presentan por compromiso. Y todo indica que su fuego competitivo sigue ardiendo con fuerza.

“Oh, lo sé,” dice riendo. “Pero hay gente que sí lo hace.

“Yo podría haberme retirado feliz después de ganar el título británico. No quería ser boxeador. Me encantaría contar la historia de que soñé con estos momentos toda mi vida, pero no es así. Quería ser futbolista. Simplemente resulté ser bueno en el boxeo, probablemente porque lo llevo en la sangre y en la familia. He tenido una gran carrera, una que a veces ni yo me creo.

“Hoy peleo porque amo el combate. Y vengo de una familia demasiado buena como para que no me digan si ya no doy para más. Si hubiera hecho un buen campamento y aun así hubiera peleado como lo hice contra Eubank Jr, me habría retirado en ese mismo instante. Pero sé lo que pasó, sé por qué ocurrió.”

Smith considera que este combate se está promocionando de la misma forma que su choque con Fowler: preguntas sobre si el joven está listo para el siguiente nivel, y si él ya está acabado.

“Es el mismo discurso: ¿McKenna está listo para los grandes nombres? ¿Estoy acabado? Creo que ya sé cuál será el desenlace.”

Muchos boxeadores, al llegar a esta etapa de sus carreras, descubren que aunque su mente aún está dispuesta, su cuerpo ya no responde. Las lesiones dificultaron su preparación para la revancha con Eubank Jr, y una enfermedad lo obligó a bajarse de un combate importante ante Josh Kelly durante la Riyadh Season del año pasado en Wembley. Algunos piensan que ya pasó su momento.

Smith no comparte esas dudas. Asegura haber superado un campamento exigente y está listo para demostrarle a McKenna que cometió un error al elegirlo por encima de Alimkhanuly.

“Llevo mucho tiempo rindiendo al nivel al que estoy ahora y, salvo esa última actuación y la lesión de espalda, sigo siendo un tipo en forma,” afirmó.

“No me siento de 36 años. Quita las canas y soy una persona naturalmente en forma.

“Todavía juego fútbol los sábados y domingos —tengo partido mañana—. Siempre he llevado una vida saludable. Tomo algo ocasionalmente después de una pelea, una cerveza quizá, pero nunca he consumido drogas, ni siquiera drogas recreativas.

“Siento que eso habla por sí solo. Sigo siendo un profesional, tras 16 años en este deporte brutal.”