MIAMI, Florida –
Lennox Lewis celebra hoy martes 2 de septiembre su 60º cumpleaños, rodeado de amigos y familiares en Miami.
Han sido meses ocupados para el ícono nacido en el este de Londres, quien recientemente estuvo de vuelta en su ciudad natal como comentarista.
Por tercera vez desde que él mismo logró la hazaña en noviembre de 1999, un boxeador británico intentó –y fracasó– en convertirse en campeón indiscutido de los pesos pesados. Primero fue
Tyson Fury, derrotado en dos ocasiones consecutivas por Oleksandr Usyk, y después el ucraniano detuvo a Daniel Dubois en el quinto asalto de su combate en Wembley Stadium.Lewis estuvo en primera fila en las tres peleas, admirando la obra de otro grande de la división, aunque pensando en silencio cómo habría sido enfrentarlo.
“Me gustaría estar en esta era del boxeo”, dijo Lewis tras uno de los combates. “Porque me habría encantado pelear contra él. No entiendo cómo nadie ha podido descifrarlo, yo habría podido. Mi desafío habría sido ir tras Oleksandr y vencerlo.”
De manera sorprendente, durante toda su carrera profesional, Lewis –quien terminó con marca de 41-2-1 (32 KOs)– nunca se midió a un zurdo, por lo que un combate de fantasía contra
Usyk es difícil de imaginar. Excepto, claro, para el propio Lewis.
“No creo que él hubiera resistido contra mí”, añadió. “Porque yo tenía un uppercut demoledor y he notado que él suele recibirlos. No habría podido soportar mis uppercuts.”
El día antes de que Usyk venciera a Dubois, el excampeón indiscutido conversaba con la prensa en el Hilton adyacente al estadio, anticipando lo que ocurriría 24 horas después. Al evaluar la carrera de Usyk, que ya incluye tres reinados indiscutidos, Lewis sugirió que el ucraniano merece estar “en la misma sala” que Muhammad Ali, él mismo y otras leyendas del peso pesado. Una gran frase de quien alguna vez acuñó el término “politricks” para describir el enrevesado negocio del boxeo.
Hoy, a través de la Lennox Lewis League of Champions, ayuda a formar a jóvenes aspirantes. En los 47 años desde que se calzó los guantes en 1978, lo ha visto todo. Ganó el Mundial juvenil en apenas cinco años y, con 18, compitió en los Juegos Olímpicos, cayendo en cuartos de final ante Tyrell Biggs, el eventual campeón. Cuatro años después, en Seúl 1988, alcanzó la gloria olímpica al conquistar el oro para Canadá, país al que se mudó a los 12 años.
Regresó a Gran Bretaña para iniciar su carrera profesional en junio de 1989 y desde el inicio quedó claro que el púgil de 1,96 m estaba destinado a la grandeza. No perdió hasta septiembre de 1994, cuando con marca de 25-0 fue detenido en el segundo asalto por Oliver McCall en la tercera defensa de su título WBC.
Volvió con fuerza, encadenando cuatro victorias (tres por nocaut), antes de vengar esa derrota contra McCall en el Hilton de Las Vegas, recuperando el título WBC por detención en el quinto asalto, el 7 de febrero de 1997.
Ese sería el inicio de su camino hacia el reinado indiscutido. Sumó cuatro victorias más, incluidos nocauts memorables sobre Andrew Golota y Shannon Briggs, antes de su primer combate de unificación con Evander Holyfield, campeón WBA e IBF. El empate dividido en marzo de 1999 fue tan polémico como sorprendente, dado el dominio aparente de Lewis, pero en la revancha ocho meses más tarde no dejó dudas.
En el Thomas and Mack Center de Las Vegas, Lewis ganó por decisión unánime (117-111, 116-112 y 115-113), confirmando su estatus como campeón indiscutido de los pesos pesados. Nadie más del Reino Unido ha conseguido repetirlo en los 25 años transcurridos desde entonces.
Lo cual nos devuelve a Usyk. Aunque Lewis nunca peleó con un zurdo, sí enfrentó a un excampeón crucero como Holyfield, con quien empató una vez y ganó la otra. Quizá recuerde ese dato esta noche durante la cena en Miami, cuando inevitablemente la conversación gire al boxeo. Y, por supuesto, brindará por una carrera que se mantiene como una de las más grandes en la historia de la división, y probablemente la mejor de todos los tiempos en Gran Bretaña.
Como él mismo dice:
“Lennox Lewis es el mejor, a todos los demás vencí, soy el especialista del pugilismo, nadie me puede probar.”