Cuanto más grandes son, más dura es la caída. Esa parece ser la filosofía de Naoya Inoue.

No importa cuánto suba de peso, sus rivales no logran aprovechar la diferencia física. En las 122 libras ha hecho lo que siempre hace: ganar cinturones y noquear oponentes.

Tras conquistar todos los títulos mundiales importantes y vencer a los nombres más destacados del peso supergallo, Inoue podría dar el salto a una nueva categoría. Si lo hace, no estaría directamente en la división de Lamont Roach, pero estaría peligrosamente cerca.

“Será mejor que no lo haga,” advirtió Roach en ProBox, al ser consultado sobre una posible incursión de Inoue en su división. “Mejor que no.”

Los actuales peleadores del peso superpluma (130 libras) pueden respirar con cierto alivio. La estrella japonesa defenderá su trono indiscutido frente a Ramón Cárdenas, y luego, según el promotor Eddie Hearn, Murodjon Akhmadaliev podría ser el siguiente en la lista. Después, se habla de una posible guerra totalmente japonesa contra Junto Nakatani.

Sin embargo, aunque enfrentarse a Inoue podría representar una oportunidad para generar riqueza generacional, Roach (25-1-2, 10 KOs) tiene algunos asuntos que resolver antes de pensar de lleno en el “Monstruo”.

Para empezar, debe decidir si regresará a las 130 libras o continuará su carrera en el peso ligero. Además, es probable que en los próximos días o semanas anuncie una revancha con Gervonta Davis.

Con tantos compromisos en puerta, Roach no quiere malgastar tiempo y energía en un combate que quizá nunca se concrete. Aun así, le resulta imposible no pensar en lo que implicaría derrotar a alguien como Inoue: un boxeador de élite libra por libra y futuro miembro del Salón de la Fama. Una victoria así lo catapultaría a otra dimensión en términos de fama y prestigio.

En un momento de sinceridad, el púgil de 29 años se abrió un poco más sobre su visión de Inoue. Aunque nunca se han encontrado, Roach siente un gran respeto por el japonés (29-0, 26 KOs) y lo admira como pocos. Aun así, esa admiración no sería un obstáculo para tratar de destruirlo si llegaran a cruzarse en el ring.

“Sin faltarle el respeto. Es uno de los peleadores más talentosos de la actualidad. De hecho, es uno de mis favoritos. Pero si esa pelea se da —y es un gran ‘si’—, haré todo lo posible por destruirlo.”