Estos son los mejores días de la vida de Omar Trinidad. El invicto “Rey de Los Ángeles” está en el Top 10 de las cuatro principales organizaciones sancionadoras, está cerca de ser la atracción principal en el evento del sábado de 360 Promotions en el Commerce Casino, y aunque Alexander Espinoza intentará pegarle en la cara este fin de semana, parece que nada puede borrar la sonrisa del rostro del joven de 29 años.

Eso es lo que pasa cuando todo el trabajo duro empieza a dar frutos y la gente comienza a reconocer que él podría tener lo que se necesita para convertirse en campeón mundial en la división de peso pluma.

Pero aquí está la clave. Empiezas a leer demasiados recortes de prensa y a escuchar lo que dicen los fanáticos, y es entonces cuando un “0” se convierte en un “1”. Trinidad lo sabe, así que guarda sus reflexiones sobre los buenos momentos para esos largos kilómetros en la carretera.

“Tiendo a estar concentrado en el trabajo y no pienso mucho en lo que podría pasar o en lo que he logrado,” dijo. “No me gusta llenarme de orgullo. Solo sigo trabajando porque no estoy donde quiero estar todavía. Pero sí reflexiono por las noches cuando no puedo dormir a veces o la mayoría de las veces, cuando realmente puedo pensar es cuando estoy corriendo. Porque en el gimnasio solo pienso en cómo voy a conectar un golpe a un oponente y me concentro en las combinaciones.

“Pero cuando estoy en casa, relajándome, o corriendo es cuando puedo reflexionar sobre todas estas cosas que he logrado y lo agradecido y bendecido que estoy de estar en esta posición. Y honestamente, estoy emocionado por lo que viene. Sé que hay cosas grandes a la vuelta de la esquina.”

No es que Trinidad esté contento con sentarse y esperar a que suene el teléfono con una pelea por el título. Desde su punto de vista, los peleadores pelean. En 2023, salió a pelear cuatro veces. Tuvo tres combates el año pasado, y en enero, comenzó con una victoria casi por nocaut sobre Mike Plania. Es la receta perfecta para el éxito: Trinidad puede mantenerse activo y en forma, está construyendo una base de fanáticos considerable en el área del sur de California, y con cada triunfo, el número junto a su nombre en los rankings sigue disminuyendo.

En cuanto a la noche del sábado, se espera que el lugar esté lleno de nuevo, algo que Trinidad, agradecido, no pasa por alto.

“Se siente bien,” dijo. “Demuestra que todo este trabajo duro que he estado haciendo no pasa desapercibido. Y mucha gente puede verlo como presión cuando llegas a este punto de la carrera, pero para mí, no es más que motivación, saber que cada vez que me presento, va a ser un lleno total. Y estoy muy agradecido con mi ciudad y con la gente que me apoya.”

¿Entonces, sin presión?

“No, señor, solo motivación.”

A estas alturas, si un peleador tiene casi 20 peleas y está rankeado en todas las organizaciones, se espera ese tipo de tranquilidad. Pero las expectativas no siempre se traducen en realidad. Cuando lo hacen, la respuesta a esa serenidad bajo presión usualmente viene de un lugar muy alejado del gimnasio de boxeo.

“Siento que siempre he tenido presión por parte de la ciudad de donde vengo,” dijo Trinidad, nacido y criado en el barrio Boyle Heights de Los Ángeles. “No es fácil crecer en un lugar como este. Estoy agradecido por donde vivo; hay mucha cultura, mucha gente trabajadora, pero yo crecí un poco menos afortunado, así que siempre tuve esa presión de presentarme y demostrar.”

La presión de caer en la vida callejera también estaba, pero sus padres no lo permitieron.

“No me malinterpreten, en la ciudad siempre hay tentaciones o tus amigos tratando de presionarte para meterte en cosas, pero siento que mis padres hicieron un gran trabajo,” dijo Trinidad. “Mi papá vio que yo tenía un poco de agresión dentro de mí, y siempre intentaba pelear en la calle cuando era más joven. Así que me llevó al gimnasio, y desde entonces, eso me mantuvo alejado de las calles.”

En otras palabras, le tenía más miedo a su padre que a cualquiera en las calles.

“En cierto sentido,” se ríe. “Los padres mexicanos son duros, hombre. No son fáciles.”

Hacer carrera como boxeador profesional tampoco es fácil, pero Trinidad lo está haciendo parecer así. Después de un empate dividido en su debut profesional en Tijuana en 2018, se tomó casi dos años de descanso, regresó y no ha perdido en 18 peleas. Y aunque admite haber sido puesto a prueba por Jose Perez (nocaut en el round 8) y Hector Andres Sosa (decisión unánime en 12 rounds), ha sido lo suficientemente inteligente para hacer los ajustes, encontrar otro nivel y salir adelante. Eso significa que está cada vez más cerca de donde quiere estar, y ahora se siente lo suficientemente confiado para empezar a mirar hacia adelante.

“Estoy observando a todos los campeones, simplemente observando y preguntándome cuál será la manera correcta de hacerlo,” dijo Trinidad. “Y honestamente, estoy emocionado porque todos los campeones ahora mismo son duros, y mi estilo de boxeo y su estilo de boxeo es una buena receta para una gran noche de boxeo e incluso una para la historia.”

Trinidad sonríe. Qué momento para ser un contendiente en peso pluma.