Iyana Verduzco deja claro que lleva el azul de los Dodgers en la sangre (palabras de ella misma). Por eso, resulta curioso saber que “Right Hook Roxy” pasó casi dos semanas de su campamento lejos de Los Ángeles para entrenar en Manchester, Connecticut, de cara a su combate de este sábado contra la mexicana Celene Román.

Pero cuando la superestrella irlandesa Katie Taylor llama, se responde sin dudar.

“Me dijo que era el mejor trabajo que había tenido en su vida, y que ojalá me hubiera conocido dos años antes, cuando peleó por primera vez contra Amanda [Serrano],” cuenta Verduzco. La californiana ayudó a Taylor en su preparación para la trilogía frente a la boricua, prevista para el 11 de julio, y al mismo tiempo aprovechó para sumar valioso trabajo en un lugar inesperado. Pero en cuanto puso un pie en el humilde gimnasio Ring of Champions Society de Manchester, sintió que estaba en casa.

“Entré y dije: huele como en casa,” ríe. “Huele a gimnasio de la vieja escuela. Es hermoso. Y Katie y su equipo, el entrenador Ross [Enamait], son gente muy humilde. Es la boxeadora más sencilla que he conocido, después de Leo Santa Cruz. Nada de cámaras, solo ella y su entrenador. Ella es todo lo que un peleador debe ser.”

De regreso en el sur de California, ya en la cuenta regresiva para su compromiso del sábado por la noche en el Chumash Casino de Santa Ynez, Verduzco aún vibra con lo vivido junto a la campeona indiscutida del peso superligero. Taylor no solo compartió el ring con ella, sino que le dejó palabras que la marcaron.

“Me dijo que a mi edad ella no hacía lo que yo hago,” recuerda Verduzco. “Y me dijo que soy fuerte y tengo lo necesario para ser campeona mundial. Eso me motivó muchísimo, porque viniendo de ella, significa algo muy especial para mí.”

Este sábado será la quinta pelea profesional de Verduzco, aunque su nombre resuena como si llevara mucho más tiempo en el circuito. Y en parte es cierto. Su trayectoria amateur fue extensa: acumuló un impresionante récord de 101 victorias y solo 6 derrotas. Pero la pandemia de COVID-19 frenó su impulso, y tras meditarlo, decidió dedicarse de lleno al boxeo, debutando como profesional en 2023.

¿Qué habría sido de ella si no hubiera elegido este camino?

“Quería ser agente del FBI, especializada en asesinos seriales,” revela. “Tomé algunos cursos universitarios en la secundaria sobre justicia social y criminología. También me gustaría hacer actuación de riesgo. Haría cualquier tipo de película de acción. Y, claro, MMA.”

Sobrina de dos leyendas como Benny “The Jet” Urquidez y Lilly Rodríguez, Verduzco no solo heredó el boxeo, sino también el instinto de combate. Si en algún momento decide dar el salto a las artes marciales mixtas, no cabe duda de que llevará en su arsenal más que buenos puños: también patadas demoledoras y codazos precisos.

Por ahora, el enfoque está puesto en el boxeo profesional, donde su futuro luce prometedor. A sus 23 años e invicta en cuatro peleas, podría suponerse que la impaciencia aparece. Pero ella demuestra tener los pies en la tierra.

“Todo depende de mi equipo, y de mí, claro. Pero con [el promotor] Tom [Loeffler] ya tenemos un plan,” explica. “Voy a pelear a ocho asaltos ya, y estamos trabajando para ir por un título menor. Tal vez cambie de peso, pero todavía no lo he hablado con el equipo. Vamos pelea a pelea. Recién voy por la quinta y ya estoy bien posicionada en BoxRec, así que todo depende de 360 Promotions y del plan de Tom.”

Verduzco reúne todos los ingredientes de una futura estrella: talento, formación, equipo sólido y carisma. Y, sobre todo, comprensión del negocio, algo que ni muchos veteranos logran dominar. Pero ella sí. Porque aunque su récord indique 4-0, “Right Hook Roxy” está curtida en este deporte desde niña.

“Llevo 19 años en esto,” afirma. “Mi madre [la entrenadora Gloria “Coach G” Alvarado] entrenó campeones mundiales, hombres y mujeres. Desde los ocho años veo cómo funciona este negocio. He visto cómo son los promotores y los managers. Así que sí, tengo bastante experiencia en esto.”