LAS VEGAS — Es bastante poético que el apodo de Armando Reséndiz, “El Toro”, sea el mismo que el del fallecido y legendario héroe de los Dodgers de Los Ángeles, Fernando Valenzuela, quien revolucionó el béisbol como un novato mexicano desconocido que ganó premios de la liga y un campeonato en 1981, dando origen a la Fernandomanía.

El sábado por la noche, el poco conocido supermediano mexicano y gran desvalido Reséndiz sorprendió al mundo del boxeo al embestir y vencer por decisión a Caleb Plant.

La pelea estaba diseñada como una preparación para Plant, al igual que lo fue para Jermall Charlo, quien ganó por detención en el combate coestelar contra Thomas LaManna, para que las estrellas pudieran enfrentarse. Pero una contundente actuación de Reséndiz interrumpió esos planes y demostró que las peleas no se ganan en el papel.

Cuando Reséndiz (16-2, 11 nocauts) salió de los túneles del Michelob Ultra Arena y se dirigió al Mandalay Bay, el recién coronado campeón interino de la AMB fue rodeado por su familia y una multitud de fervientes nuevos seguidores.

Una oleada comenzó a formarse lentamente mientras los fanáticos se acercaban para tomarse fotos y celebraban cantando en español. David Goldfarb, encargado del merchandising de Premier Boxing Champions, abrió cajas ya empacadas de camisetas y sudaderas para quienes querían obtener una reliquia de último minuto para conmemorar la ocasión. Incluso una persona se quitó el zapato para que Reséndiz se lo firmara.

De repente, una fiebre de Armandomanía se apoderó del casino, y las imágenes y sonidos eran claros: había surgido un nuevo rostro para el boxeo mexicano.

"Estoy tan feliz y más que agradecido", dijo Reséndiz a través de un traductor. "He peleado muchas batallas y ahora estoy aquí. No podría estar más emocionado con cómo resultaron las cosas. Fue la confianza que tenía en mis habilidades y en mí mismo para mantener la serenidad y no escuchar el ruido exterior".

Mientras Plant (23-3, 14 nocauts) proclamaba durante toda la promoción que Reséndiz sería pisoteado, el simpático desvalido, que se parece más al actor y fanático del boxeo Mario López que a Valenzuela, mostraba una sonrisa permanente y se mostraba relajado durante toda la semana de la pelea.

"Esta sorpresa pertenece a todo mi equipo", dijo Reséndiz. "Teníamos más de una estrategia como equipo. No solo era el Plan A. Me mantuve fiel, escuchando a mi esquina. La forma en que interactuamos fue clave para la victoria. Vimos los frutos de ese trabajo y no nos detuvimos. Quizás podría haber hecho más".

Aunque Reséndiz superó en astucia, esfuerzo y fuerza a Plant, y le conectó 186 golpes frente a 108, dominando la segunda mitad del combate, el juez David Sutherland sorprendentemente la puntuó 115-113 a favor de Plant.

Plant pensó que había hecho lo suficiente para ganar, pero los jueces Max De Luca y Steve Weisfeld puntuaron correctamente la pelea 116-112 para Reséndiz.

El boxeo está plagado de peleadores del lado B, como Reséndiz, que son víctimas de decisiones injustas y rara vez se recuperan. Para Reséndiz, quien pronto será padre, se avecina un resurgimiento como protagonista en una división repleta de talento, y ahora tiene en sus manos un boleto de lotería con la esperanza de ser llamado para enfrentar al campeón indiscutido Canelo Álvarez.

Reséndiz, un joven de 26 años originario de Guayabitos, Nayarit, debutó como profesional en 2018 y peleó exclusivamente en México hasta trasladar su carrera a Estados Unidos en 2021. En su segunda pelea en suelo estadounidense, fue derribado y sufrió su primera derrota profesional ante el poco conocido contendiente Marcos Hernández.

Después de noquear a una versión desgastada del ex campeón unificado del peso superwelter Jarrett Hurd en 2023, Reséndiz fue detenido por Elijah García meses después y su potencial como boxeador fue cuestionado. Tras una pausa de 17 meses, una victoria de preparación en febrero en México lo llevó a enfrentar al ex campeón Plant, quien llegaba como favorito con una línea de apuesta de -2500 y estaba clasificado por The Ring como el cuarto mejor supermediano del mundo.

Y en la víspera del sexto aniversario del nocaut de Andy Ruiz Jr. sobre Anthony Joshua, que lo convirtió en el primer campeón mundial de peso pesado de ascendencia mexicana, Reséndiz logró lo que muchos ya consideran la Sorpresa del Año, bajo la dirección del entrenador de Ruiz, Manny Robles.

"Definitivamente, esta es una gran sorpresa y una de las más grandes de todos los tiempos que me llena de orgullo", dijo Robles. "Estaba hablando con Armando hace un año, diciéndole que no se rindiera nunca, que cosas buenas iban a llegar. Armando perseveró como los mejores, y mira dónde estamos ahora".