Justis Huni se sienta en uno de los asientos estilo butaca del banquillo del Ipswich Town y observa el Portman Road como si estuviera por hacer un cambio táctico en un partido ante el Leicester City.
“Está bonito este lugar,” le comenta a
The Ring mientras recorre con la mirada el césped bajo el sol primaveral. “Siento que era importante venir y familiarizarme con el ambiente antes de la noche de pelea.”
Hasta hace pocas semanas, el australiano de 26 años, oriundo de Queensland, no había escuchado hablar de Ipswich —la ciudad más grande del condado de Suffolk—, y mucho menos de su club de fútbol. Pero sí conocía el nombre de
Fabio Wardley.
Sabía, entonces, lo que significaría vencer al invicto noqueador local el próximo 7 de junio. Sintió que era un riesgo que valía la pena asumir, sin importar que aceptó la pelea con apenas unas semanas
de aviso tras la baja del lesionado Jarrell Miller, ni que tendría que intentarlo en pleno patio trasero de Wardley, en el emblemático Portman Road.
“Solo siento que esto tenía que pasar,” añade Huni. “Soy el número uno en el ranking de la OMB, él es el número uno en la AMB, así que nuestros caminos iban a cruzarse tarde o temprano. Esto se siente como el momento perfecto.
“Sí, esta es su pelea de regreso a casa, pero también es mi presentación ante el mundo. Es un combate enorme para los dos, ambos queremos ganar, pero en el fondo sé que estoy por causar una gran sorpresa aquí, en su tierra.
“Apenas nos llegó la llamada, dije ‘vamos’. Bajé la cabeza y me puse a trabajar, de verdad me exigí durante cinco semanas para hacer mi trabajo.
“Fue una decisión fácil para mí. Si no tomaba esta pelea, quizás estaría todavía peleando en Australia, esperando indefinidamente por otra oportunidad como esta.”
Huni ha alcanzado el puesto número uno del ranking OMB con solo 12 peleas profesionales, además de figurar en el top 10 de la AMB. Desde el inicio se vio que lo iban a exigir al máximo: debutó ante Faiga Opelu, campeón australiano con marca de 13-1-1, en una pelea pactada a 10 asaltos. Huni, con apenas 21 años, ganó en siete.
Desde entonces, ha acumulado nueve combates más a 10 rounds, con marca invicta de 12-0 (7 KOs). Aunque es cuatro años menor que Wardley y tiene siete peleas menos, ha disputado 16 asaltos profesionales más que su oponente.
En términos de experiencia boxística, Huni y Wardley son polos opuestos. Mucho se habló de la falta de formación amateur de Wardley durante su serie de dos peleas con Frazer Clarke, un exolímpico con años en el programa británico de alto rendimiento. Huni, en cambio, casi no recuerda un tiempo fuera del boxeo.
“Cuando todavía gateaba, ya estaba en el gimnasio viendo entrenar a mi papá y a mi hermano,” recuerda. “Mi papá lo entrenaba, así que fue natural que yo lo siguiera apenas aprendí a caminar.
“Tuve mi primera pelea a los siete, aunque en Australia no se puede pelear oficialmente hasta los diez, así que lo hacía a escondidas, mintiendo mi edad.
“Mi primera pelea oficial fue justo el día que cumplí 10. Nunca lo olvidaré, fue como mi regalo de cumpleaños. Por suerte gané, así que no me arruinó el día.”
En contraste, Wardley comenzó tarde en el boxeo y nunca fue amateur. Se fogueó en el circuito de peleas tipo "white collar" antes de debutar como profesional en 2017. Sus trayectorias no podrían ser más diferentes.
“Mira,” dice Huni. “Hay que darle crédito, ha enfrentado duros retos como profesional y ha salido adelante. Podría sentarme aquí a hablar de toda mi experiencia amateur y de cómo él no la tiene, pero se ha probado en el boxeo de paga.
“Podríamos debatirlo todo el día, pero por suerte hay una sola forma de resolverlo: en el ring, el 7 de junio.”
Hace unas semanas, Jarrell Miller se sentó en la misma butaca del Portman Road durante la rueda de prensa inicial. Lanzó amenazas, provocaciones y hasta una bofetada a Wardley, antes de que la seguridad interviniera.
Huni, como reemplazo de último momento, es mucho más reservado, pero el día de la pelea asumirá el papel de villano ante la afición del Ipswich Town FC. Sonríe ante la idea.
“No soy fan del soccer —o fútbol— así que no sé nada de ellos,” admite. “Algunos amigos sí lo son, y me dijeron que Ipswich acaba de descender.
“Eso significa que mi llegada será una doble decepción para ellos. Va a ser enorme, hermano. Estoy emocionado.
“Estoy aquí para disfrutarlo, absorberlo todo. No dejaré que una multitud afecte mi desempeño. He estado demasiado tiempo en este deporte como para dejar que los demás me saquen de mi enfoque o que unos abucheos cambien la forma en que boxeo.
“Voy a mantenerme enfocado, con visión de túnel, hacer mi trabajo y llevarme la victoria.”