Parece ser que todo sigue “como de costumbre” para Julio César Chávez Jr., al menos en lo que respecta a su carrera boxística.

Chávez tiene previsto regresar al ring el 24 de enero en San Luis Potosí, México, apenas siete meses después de que agentes federales lo arrestaran en Los Ángeles. En agosto, Chávez fue deportado de regreso a México y liberado de prisión, donde ahora espera juicio por presuntos vínculos con un cartel.

Durante una conferencia de prensa en México el lunes, se anunció que Chávez (54-7-1, 34 nocauts) se enfrentará a Ángel Julián Sacco (10-1-1, 4 nocauts).

Chávez estuvo acompañado por su padre, el miembro del Salón Internacional de la Fama del Boxeo Julio César Chávez Sr., y por el gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona, entre otras figuras, durante la conferencia de prensa.

El excampeón de peso medio tiene un récord de 8-7 sin victorias destacadas desde 2012.

Sacco, de Buenos Aires, Argentina, lleva una racha de 10 victorias desde que inició su carrera con un empate y una derrota en 2019.

El desacreditado y muy venido a menos Chávez, de 39 años, demostró que sus mejores días quedaron claramente atrás al ser apenas competitivo en su derrota por decisión unánime ante Jake Paul el 28 de junio.

Días después, Chávez fue arrestado por oficiales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) por exceder el tiempo permitido de su visa y por mentir en una solicitud de residencia permanente.

El Departamento de Seguridad Nacional también declaró que Chávez tiene una orden de arresto activa en México por su “participación en delincuencia organizada y tráfico de armas de fuego, municiones y explosivos”, y que se “cree que es un afiliado del Cártel de Sinaloa”.

En agosto, Chávez fue liberado de una prisión mexicana, y se reveló que tendría que enfrentar un juicio por sus presuntos vínculos con el cartel y el tráfico de armas.

En ese momento, se informó que Chávez tenía una audiencia judicial programada para el 24 de noviembre.