SHEFFIELD, INGLATERRA -- Siete meses después de dejar simbólicamente sus guantes en el ring de Wembley como señal de retiro de un deporte que tanto le ha dado, el ex campeón mundial de peso pluma en dos ocasiones, Josh Warrington, regresó con una victoria por decisión unánime en diez asaltos (99-89, 99-90, 97-91) ante Asad Asif Khan.

El profesional de 26 combates que tenía enfrente acababa de llevar a Michael Conlan hasta el octavo asalto en Brighton a principios de marzo, y claramente estaba siendo utilizado como un punto de referencia para medir cuánto le quedaba a Warrington en el tanque, luego de haber sorprendido gratamente con su agudeza en el gimnasio antes del anuncio de esta pelea.

El regreso de la leyenda de Leeds fue la pelea de respaldo principal en una cartelera en Sheffield encabezada por el regreso de Dalton Smith, clasificado número 1 por el CMB en el peso superligero, frente a Mathieu Germain, con cuatro de las siete peleas transmitidas por DAZN.

Warrington (32-4-1, 8 nocauts) presionó con guardia alta desde el principio y fue naturalmente el agresor frente a una oposición poco reconocida, aunque necesitaba dar una declaración contundente.

El jefe de Matchroom, Eddie Hearn, acababa de nombrarlo como posible oponente de Josh Padley tras la victoria por nocaut técnico del boxeador de Armthorpe en la pelea anterior de la noche, por lo que una actuación similar habría sido perfectamente oportuna en esta ocasión.

Warrington lanzó golpes salvajes en el tercer asalto, tuvo momentos de éxito pero ensució su trabajo en otros momentos, mientras Khan (19-7-1, 5 nocauts) fue perdonado después de perder su protector bucal en un intercambio frenético en el centro del ring.

Los jabs estaban encendiendo al indio, aunque también era superado en los intercambios en el clinch, y la esquina de Warrington —que incluía al campeón continental ligero de la AMB, Maxi Hughes (28-7-2, 6 nocauts)— expresó su satisfacción.

Khan volvió a perder su protector bucal al inicio del quinto asalto y casi lo pagó caro, deteniéndose esperando que el árbitro Mark Lyson pausara el combate en ese momento. Pero claramente no lo hizo, y Warrington trabajó gustosamente al cuerpo y la cabeza mientras el boxeador de 31 años se quejaba visiblemente, antes de que finalmente fueran separados.

Los aficionados pasaron del aburrimiento a la frustración pura por las constantes protestas de Khan al final de un encendido quinto asalto, lo que dio paso al sexto, donde Warrington conectó un derechazo claro que provocó una caída temprana.

Después de que se le descontara un punto por la tercera infracción relacionada con el protector bucal, los seguidores de Warrington corearon "ya ha tenido suficiente", aunque Khan se mantuvo firme para escuchar la campana final del asalto.

Sus posibilidades de durar otros doce minutos se desvanecían con cada golpe que absorbía de lleno en la barbilla, y cualquier guardia defensiva cerrada habría sido abandonada si quería mantener la pelea competitiva.

Khan terminó el séptimo con sangre corriendo por debajo de su ojo izquierdo, la amenaza de un final temprano por parte de Warrington persistía mientras castigaba al cuerpo, y la atmósfera de la arena esperaba que este ex campeón mundial pisara nuevamente el acelerador.

Los golpes individuales tambaleaban a Khan, mientras Warrington lanzaba derechas de cerca cuando habría sido mejor retroceder y perforar adecuadamente la desgastada guardia.

Entraron en los dos asaltos finales, con la acción cada vez más desordenada en corta distancia y menos relevante en general a medida que pasaban los minutos. A pesar de conectar algunos golpes rápidos, así terminó todo, ya que Warrington no logró cerrar con contundencia.