José “Rayo” Valenzuela nunca ha tenido problemas para conseguir una pelea. No se puede decir lo mismo de Shakur Stevenson.
Durante su tiempo como peso ligero, Valenzuela (14-2, 9 KOs) enfrentó a todos los que se le pusieron enfrente. Lo más importante es que los boxeadores que quería enfrentar estaban dispuestos a subirse al ring con él. Si se hubiera quedado más tiempo, podría haber conseguido una oportunidad por el título mundial, pero eso habría requerido paciencia.
Mientras planeaba su siguiente movimiento, sonó el teléfono de Valenzuela. Al otro lado estaba Isaac Cruz. Era una oportunidad que no podía rechazar, a pesar de tener que subir de peso. Ahora, tras aprovechar esa oportunidad, Valenzuela quiere darle a Stevenson una oportunidad.
Ha sido casi imposible para él conseguir que un gran nombre se enfrente a él. Stevenson cree que los mejores de la división ligera están petrificados, mientras que otros están convencidos de que simplemente no es el momento adecuado. Sea cual sea el caso, Valenzuela quiere que Stevenson tenga su oportunidad en el gran escenario. Todo lo que tiene que hacer es dejar la comodidad de la división ligera y subir de peso.
“Me gustaría darle una oportunidad a Shakur Stevenson,” dijo Valenzuela a Sean Zittel. “Sé que nadie quiere pelear con él en 35, pero es un boxeador con el que siempre he querido pelear.”
Es un gesto amable, pero Valenzuela podría estar adelantándose. En pocas horas, defenderá su título de peso 140 libras de la WBA contra Gary Antuanne Russell. Ganar no es una garantía, pero el joven de 25 años camina como un hombre que no puede ser vencido.
Stevenson (23-0, 11 KOs) no ha tenido la mejor suerte del mundo. El fin de semana pasado, el actual titular del cinturón WBC debía enfrentarse a Floyd Schofield Jr., pero en el último minuto, Schofield se enfermó, algo de lo que Stevenson era escéptico. Su reemplazo fue Josh Padley. Y aunque lo intentó, perdió prácticamente cada segundo de cada round antes de que el árbitro Victor Loughlin interviniera para detener la pelea.
En lo que respecta a la dulce ciencia, Stevenson es un maestro. Cuando los golpes se lanzan en su dirección, a menudo da un pequeño paso atrás, haciendo que sus oponentes fallen por completo. Después de eso, están a su merced.
Resolver su rompecabezas defensivo es un desafío que Valenzuela quiere asumir. Pero no se trata solo de probarse a sí mismo en el más alto nivel. Valenzuela siempre ha tenido su ojo puesto en Stevenson, acechándolo y observando cada uno de sus movimientos. Ahora que el escenario está listo, cree que es hora de enfrentarse.
“Dicen que es difícil de golpear y yo soy muy competitivo,” continuó Valenzuela. “Cuando era más joven también sabía quién era. Lo seguía. Estábamos en el mismo grupo, pero nunca pude competir con él. Mis padres nunca tuvieron los fondos para llevarme a torneos, pero ahora estamos los dos aquí. Él es un gran peleador, yo soy un gran peleador, así que me gustaría competir con él.”