Joe Cordina conoce perfectamente el panorama.

El dos veces campeón mundial superpluma de la FIB viaja a Stockton, California, para su debut profesional en Estados Unidos el 13 de diciembre, donde enfrentará al contendiente No. 4 de la OMB, Gabriel Flores Jr.

El combate será un eliminatorio por el cinturón recientemente conquistado por Abdullah Mason, y el galés —que cumplió 34 años el lunes— se muestra optimista respecto a sus posibilidades de cerrar otro año turbulento mejor que el anterior.

Cordina (18-1, 9 KO), de Cardiff, ganó y defendió el título británico en 2019 antes de ir reduciendo su cuerpo de 1,75 m al límite de las 130 libras con éxito, aunque a un coste que terminaría apareciendo con el tiempo.

Tras la sorprendente derrota por nocaut en el octavo asalto ante Anthony Cacace en mayo de 2024, Cordina ha tenido que recomponer piezas y esperar pacientemente otra oportunidad de lucirse.

Su influencia en el mercado desapareció de la noche a la mañana, resurgieron dudas sobre su durabilidad y una sorpresiva separación del entrenador/manager Tony Sims solo complicó más las cosas. Más tarde llegó la cancelación de una propuesta de pelea por el título del CMB ante Shakur Stevenson en octubre.

La breve etapa de Cordina con Barry Smith en el Ben Davison Performance Centre empeoró cuando Stevenson sufrió una rotura en el tendón de un nudillo de la mano derecha, anulando esa gran oportunidad a un mes de la fecha.

Tras 15 meses, y solo una victoria más difícil de lo esperado ante el mexicano pegador Jaret González Quiroz, Cordina regresa ahora en un escenario de mayor visibilidad, enfrentando a un rival más joven y en su propia casa, decidido a firmar la victoria más importante de su carrera.

Mientras el púgil de 25 años trabaja para vender su último lote de entradas, sus seguidores comprenden perfectamente lo que está en juego.

“Este es el tipo de combate que o te lanza directamente a la conversación de título mundial, o te manda al final de la fila. Cordina trae exactamente la clase de acción que los aficionados quieren ver: una victoria no solo agrega un cinturón, cambia la manera en que toda la división tendrá que hablar del nombre de Flores”, se leía en un extracto de una publicación de Instagram la semana pasada, casi como una arenga previa a la batalla.

Cordina enfrentará a alguien casi una década más joven, como visitante, y ya ha visto oportunidades lucrativas evaporarse este mismo año, incluida una aparición prevista en la cartelera del Eubank Jr.–Benn en abril.

Este combate también representa la última pelea de su contrato actual con Matchroom, con toda la incertidumbre —y atractivo— de lo que puede venir en 2026, dependiendo de cómo rinda la próxima semana.

De vuelta en casa y reunido con su amigo y confidente de largo tiempo, Gary Lockett, Cordina ha recuperado claridad sobre su ambición y deseo de volver a la cima. Para él, este es precisamente el tipo de pelea que buscaba, incluso si Flores no es un nombre de gran reconocimiento.

Cordina ya había dicho que quería asegurar el futuro de su familia —algo aún no cumplido— mientras que los largos periodos de inactividad solo han empeorado su capacidad de ingresos.

Spencer Brown, quien asesoró al galés durante un tiempo tras su separación de Sims, aseguró a The Ring que la reunión con Eddie Hearn era prácticamente inevitable.

“Joe ha vuelto a donde siempre debió estar con Eddie,” dijo. “Probó cosas nuevas, no funcionaron. Habían trabajado juntos tanto tiempo… luego se distanciaron; es como una exnovia: a veces te separas y piensas ‘no debería haber hecho eso, voy a volver y darle otra oportunidad.’

“Cuando empecé a hablar con él, iba a dejar el boxeo. Pasaron varias cosas antes de la pelea con Cacace… pero es un chico dedicado, merece esta oportunidad ahora contra Flores, va a ganar de forma convincente y volverá a colocarse en la conversación del título mundial.

“Creo que Joe estaba desilusionado. Intentamos conseguir peleas en todas partes —lo de Shakur se cayó— y había un par de peleas grandes confirmadas que nunca llegaron a concretarse. Esperó mucho tiempo. Eddie ahora lo pondrá donde merece estar.”

Cuando se le preguntó si realmente pensó en retirarse, Cordina dijo a The Ring:

“La única vez que lo pensé fue cuando me rompí la mano, estuve 18 meses fuera y me la volví a romper dos peleas después. Esa fue la única vez que pensé: ‘¿volverá a ser lo mismo?’ Esta vez ha sido diferente; siempre estuve en el gimnasio, incluso con la larga inactividad.

“Es bastante difícil. Soy el único sustento de mi casa, tengo tres hijos que cuidar, mi esposa es madre a tiempo completo que se ocupa de todo en casa.

“Estoy bien atendido, pero cuando no entra dinero durante año y medio, empiezas a pensar: ‘¿Tengo que ir a buscar un trabajo?’ Por suerte estoy en una buena situación, pero esas cosas empiezan a rondarte la cabeza.”