Fue un chasco cuando Jasmine Artiga se enteró por primera vez de que su espera de un año para una oportunidad por el título de la WBA de 115 libras con Clara Lescurat no llegaría a buen puerto.

Sin embargo, la contendiente invicta de peso junior bantamweight aprendió hace mucho tiempo a encontrar oportunidad en cada posible contratiempo.

"He sido paciente en este deporte. Nada me sorprende, para ser honesta", dijo Artiga a The Ring. "El objetivo principal siempre ha sido pelear por el título mundial. Si la WBA no cumplía, habríamos ido por otro título."

"Pero esto es un trabajo en equipo. Tengo un gran mánager en Peter Kahn, el mejor en el negocio. Rachel Donaire ha estado en mi esquina, ella conoce el negocio mejor que nadie. El solo saber que mi momento llegaría me ayudó a ser paciente."

La oportunidad prometida para pelear por el título de peso junior bantamweight de la WBA sigue muy viva para Artiga (12-0-1, 8 KOs), quien se enfrentará a Regina Chávez (8-4-3, 1 KO). Su pelea por el título vacante será parte de un show de ProBox TV el 22 de marzo en el Orange Show Events Center en San Bernardino, California.

Artiga esperaba—durante más de un año—que la oportunidad llegara contra la argentina Lescurat (11-0, 4 KOs), quien había mantenido el cinturón desde junio de 2022.

Esos planes cambiaron de forma abrupta cuando el primer comunicado de Lescurat en 2025 fue reiterar su retiro. La invicta de 36 años buscaba peleas de unificación en lugar de una defensa obligatoria del título, y abandonó de repente el deporte cuando sus desafíos cayeron en oídos sordos.

Eso dejó a Artiga en la posición poco envidiable de tener que perseguir un cinturón vacante en su primer intento por un título importante. La cubano-estadounidense de 32 años de Tampa, Florida, quería la satisfacción de destronar a una campeona reinante.

Además, no quería que una ausencia prolongada del ring fuera en vano. Artiga no ha peleado desde un nocaut en el primer round contra Nancy Franco el 2 de febrero del año pasado en el Caribe Royale Resort de Orlando, Florida. El mismo lugar donde tuvo su pelea anterior, una victoria por decisión en ocho rounds sobre Josefina Vega en septiembre de 2023.

La espera dejará a Artiga con solo 79 segundos de experiencia en la noche de pelea en dieciocho meses cuando entre al ring en marzo. Aunque una situación poco favorable, la profesional de ocho años ve la oportunidad como un trampolín para coronarse reina verdadera en la división junior bantamweight.

"Todos quieren vencer a la campeona para convertirse en campeona", reconoció Artiga. "No es que hayamos esperado a que ella dejara el cinturón. Persiguimos a Clara por mucho tiempo, esa era la pelea que queríamos."

"Cuando ella decidió que no quería pelear con nosotras, decidimos que ser la número uno para el título era igual de bueno."

Chávez obtiene su segunda oportunidad por el título. Irónicamente, su primer desafío fue en una fallida intento contra Lescurat, quien ganó por decisión unánime en diez rounds el 24 de febrero pasado en Buenos Aires, Argentina. La joven de 20 años se recuperó con una victoria por decisión en seis rounds sobre su compatriota Madeline Sarmineto el 16 de noviembre pasado en Naucalpan, México.

Ambas peleas tuvieron lugar después de la última aparición de Artiga en el ring, pero ahora todos los ojos están en el futuro.

"Es emocionante. He estado entrenando durante mucho tiempo", dijo Artiga. "El saber que todo está firmado, sellado y entregado es satisfactorio. Es hora de esforzarse, seguro."