ATLANTIC CITY, Nueva Jersey — Jaron Ennis lanzó sus propias preguntas, desafiantes, al inicio de la conferencia de prensa posterior a su pelea en el Boardwalk Hall durante la madrugada del domingo.

“¿Esto era lo que estaban esperando?,” preguntó Ennis a los periodistas y camarógrafos presentes. “¿Esto era lo que querían ver?”

El púgil de Filadelfia, de 27 años, ya conocía la respuesta. Había escuchado y leído críticas constantes —por primera vez en nueve años como profesional— después de vencer convincentemente, aunque sin brillar, al ucraniano Karen Chukhadzhian en su revancha a 12 asaltos el pasado 9 de noviembre en el Wells Fargo Center de Filadelfia.

Pero el explosivo y potente Ennis respondió de la única manera que sabe: aplastando a otro campeón invicto del peso wélter hasta someterlo. Su victoria por nocaut técnico ante Eimantas Stanionis fue la clase de actuación dominante que Ennis había prometido entregar cuando por fin un rival de primer nivel aceptara enfrentarlo.

“Puedo vencer a cualquiera en el mundo,” declaró Ennis en la conferencia. “Soy el mejor boxeador del mundo. Lo sigo diciendo. Estos peleadores no pueden conmigo.”

Con su victoria más contundente hasta la fecha, Ennis conquistó el cinturón vacante de The Ring y el título de la WBA que Stanionis había ganado casi tres años atrás. Aún no figura en la lista libra por libra de The Ring, pero tanto él como su promotor Eddie Hearn aseguran que su demolición del lituano le ha ganado un lugar entre los diez mejores del mundo, sin discusión.

Ennis había deseado medirse con el entonces campeón indiscutido Terence Crawford antes de su ascenso a superwélter y luego al peso supermediano. Durante su etapa en Premier Boxing Champions (entre septiembre de 2020 y julio de 2023), tampoco encontró disposición para enfrentarlo por parte de excampeones como Errol Spence Jr., Keith Thurman o Danny García.

El único que respondió al llamado fue Eimantas Stanionis, quien terminó sufriendo la primera derrota de su carrera.

Ennis (34-0, 30 KOs, 1 NC) se convirtió en el primer peleador en mandar a la lona a Stanionis (15-1, 9 KOs, 1 NC) tanto en amateur como en profesional. Dos uppercuts de izquierda al cuerpo, seguidos por otro upper que sacudió la cabeza del lituano, lo obligaron a poner rodilla en tierra cuando restaban 33 segundos del sexto asalto.

Stanionis se levantó de inmediato, pero regresó a su esquina golpeado, ensangrentado y sin respuestas. Su entrenador, Marvin Somodio, solicitó al réferi David Fields que detuviera el combate pactado a 12 asaltos para evitar castigo innecesario.

“Recién estaba entrando en ritmo, la verdad,” comentó Ennis. “Como ya dije: ninguno de estos boxeadores puede conmigo. Soy el mejor del mundo.”

A diferencia de sus dos peleas anteriores —un KO en cinco asaltos sobre el ruso David Avanesyan y la decisión unánime ante Chukhadzhian—, Ennis mostró una defensa mucho más ajustada contra Stanionis. Consciente del poder del lituano, especialmente con los ganchos, se anticipó, esquivó muchos golpes, absorbió sin problemas los que recibió y lo neutralizó con una variada ofensiva al cuerpo y la cabeza.

“Sabíamos lo que iba a hacer: presionar, usar el jab, buscar el gancho,” explicó Ennis. “Eso era todo. Tratar de trabajar por dentro, y le quité todas esas armas. Salí al ring a divertirme y a dar espectáculo.”

Ahora, Ennis necesita que los campeones del CMB, Mario Barrios (29-2-1, 18 KOs), y de la OMB, Brian Norman Jr. (27-0, 21 KOs, 1 NC), acepten sus desafíos si quiere convertirse en el segundo campeón indiscutido del peso wélter en la era de los cuatro cinturones. Hearn cree que, de aquí a un año, Ennis habrá limpiado por completo la división y buscará los combates más importantes en el peso superwélter (154 libras).

Ambicioso como siempre, Ennis está dispuesto a enfrentarse con Vergil Ortiz Jr. (23-0, 21 KOs) o cualquier otra amenaza seria en las 154 libras cuando suba de categoría.

“Puedo vencer a cualquiera en el mundo,” repitió Ennis. “Soy el mejor boxeador del mundo. Lo sigo diciendo. Estos peleadores no pueden conmigo.”